Derby "B", Bera Bera - Zarautz

Estuvimos en duda entre el Clermont-Exeter por la tele, o el directo en el Kote Olaizola de Donostia, entre los infantiles de B.-Bera y Peña La Unica, de Iruñea, y a continuación el B.-Bera-Zarautz de División de Honor "B", elegimos el directo y acertamos totalmente. Vaya este preámbulo para los que como nosotros, a veces, dudamos entre la tv y el directo. Aparte del recurso a la grabación y posterior visión, con frecuencia se repite en diferido, cosa que no ocurre nunca en el directo, como apreciamos el pasado día 19/l2/15.

Para empezar disfrutamos con las evoluciones de los infantiles y con el ánimo y alegría de los familiares de los jugadores (masculinos y femeninos) que disfrutaban en las gradas.
Del Tercer Tiempo de los infantiles que se ventilaron tres enormes cazuelas de macarrones que olían de maravilla y daban ganas de apuntarse a pesar de ser las cuatro de la tarde y haber comido bien (como siempre), en casa. Esto del Tercer Tiempo ha evolucionado bastante, y en casos como el que nos ocupa lo entendemos, pues a esos chavales que -como mucho- habrán comido algo sólido antes de salir de Iruñea, después de jugar un partido y ducharse, no se le pueden ofrecer discursos y camaradería, sino comida consistente y en abundancia. Y para eso, la pasta -alimenticia- hace milagros. Insistiremos en otro momento sobre las ventajas de recuperar la esencia, el ambiente y el objetivo fraternal del Tercer Tiempo, pero creemos que esta vez se ha acertado.

Empieza el calentamiento de los dos equipos, y se aprecia mucha más intensidad, tanto en los movimientos del balón, como en los de los jugadores, en el Zarautz. Sintomático. Empiezan el partido dominando físicamente. Hay que decir que tienen un equipo bastante majo en esa categoría, que por cierto es bastante vulnerable (la División "B"), y nos explicamos:
Nos sorprende el medio de melée de Zarautz con unas aperturas de balón paralelas al suelo y a la altura adecuada para que el receptor no frene la carrera ni levante los brazos. Alucinante. Casi todos los ataques hicieron daño a Bera Bera, ganando muchos metros o consiguiendo puntos. A su colega de enfrente le ocurría lo contrario. Pasaba alto, lento, con mucha parábola, y el apertura se las veía moradas para transmitir el balón en condiciones al primer centro. Total, caídas de balón, llegada de los terceras contrarios a defender -por cierto, el "8" un todoterreno, de lo mejor del partido- y juego interrumpido sin ganar ni la Línea de Ventaja. Medio tiempo, suponemos que Fran Puertas le animaría a seguir igual a su jugador, pero estamos seguros que Gorka Bueno le animaría a su medio de melée y le daría buenos consejos porque sabe, puede y entiende. Mucho mérito el de Gorka con el Bera  Bera de los últimos VEINTE AÑOS.

Pues bien, se cambian los papeles en los medios de melée, el de Bera Bera empieza a transmitir el balón en condiciones para su medio de apertura, y empieza a funcionar la línea. Remontan el resultado, quedando a cinco puntos de ganar el partido.
Y aquí otro apunte: Si antes hemos mencionado al omnipresente y peleón "8"de Zarautz, ahora es de justicia destacar el protagonismo de Edu Martin Goenaga jugando de ala. Desde el calentamiento nos dimos cuenta que físicamente estaba en baja forma -le venimos siguiendo desde Cadete-, y es que, como es lógico, ha concedido prioridad a sus estudios y profesión ¿Medicina? y el rugby es su "hobby". Perfecto. Pero tiene una condición atlética innata y un cerebro privilegiado, y siempre toma la decisión adecuada, acompañada de una técnica de juego en carrera con una pierna derecha privilegiada. Balón que le das, ensayo, o casi. Si le dan dos balones más, gana el partido Bera Bera.
Comentando la enorme calidad de Edu con un excompañero de él, le dijimos durante el partido: "Si yo soy Gorka, doy instrucciones de enviarle un balón a Edu cada cinco minutos, por arriba o por abajo, con la mano o con el pie, pero a su posición. Y tenéis el partido ganado". Justo decirle eso, y una nueva genialidad de Edu sacando petróleo de un balón sucio , y a cuatro puntos. Terminó así el partido, y consideramos justo el resultado porque Zarautz es más equipo y lo hizo mejor. Pero cuando mencionábamos la vulnerabilidad de la División Honor "B" nos referíamos a estas situaciones. Pequeñas diferencias y dos jugadores que marquen la diferencia, sistema táctico modificable en función de situaciones, marcador, tiempo de juego, etc..

Y vamos a terminar con lío seguro, porque nos conocemos "el percal". El partido fue limpio. No hubo jugadas escandalosas ni conflictivas, expulsiones raras ni nada que pudiese alterar el ambiente. Que el arbitraje lleva muchos años por el "underground" lo sabemos todos. Pero que no se puede ir al campo con la predisposición de poner a parir al árbitro a la más mínima, sobre todo teniendo en cuenta que los desaforados gritos parten de exjugadores. Y tienen  la obligación, si son consecuentes con el rugby, a respetar incluso los errores del árbitro. Y va para el grupo de Zarautz -todavía nos acordamos del "kristo" que armaron hace unos cuatro o cinco años en Altamira en un partido contra el segundo equipo de Ordizia-, pero también para los del Bera Bera, que son los mismos de siempre, casi todos exjugadores, y algunos E-DU-CA-DO-RES. Y llevan así un carro de años. En Trevijano había una cuadrillita follonera, que además no entendían de rugby, pero el trabajo pedagógico de la Directiva de ORE lo resolvió, aunque queda algún inevitable resquicio. En Hernani pasó algo de lo mismo, pero en este grupo de folloneros destacaba (y destaca) un exárbitro. ¡Manda carallo! En Hernani todavía queda algo de trabajo, pero tal como se ve desde fuera, parece que van por el camino correcto.

Y no estamos diciendo que no se anime. Al jugador le refuerza su autoestima. Lo decimos por experiencia, pero podéis preguntar. En Santander, más de la mitad de la Segunda Copa la ganó la afición de Ordizia, que con DIECISIETE puntos abajo se puso a cantar y a animar al equipo que hizo un segundo tiempo como para tirar el Muro de Berlin. Sabemos que a alguno no le va a hacer gracia lo que decimos, pero los que nos conocen saben que deseamos lo mejor para todos, y especialmente para los que formamos la familia del rugby.


Ganó Hernani

Tarde bonita para jugar y para ver un partido de rugby. Terreno de juego en buenas condiciones, gradas y accesos limpios, impecables, ¿Dónde estaban los efectos del desbordamiento del Urumea? .Anulados por el trabajo  en auzolan  realizado por un grupo de voluntarios perteneciente a la familia del rugby hernaniarra.   Cualquiera hubiese justificado el aplazamiento o traslado del partido, pero la implantación social y el carácter de los dirigentes de la institución se rebelaron contra el  efecto del agua. Eso se hace a base de años de trabajo social a través del rugby. Con una identificación clara con su juventud. Si empiezas a jugar en la Eskola y sigues entrenando, sabes que vas a tener educadores y técnicos en todos los entrenamientos y partidos, que puedes jugar quince años seguidos con los amigos de tu infancia y con la misma camiseta. Que eso imprime carácter y seguridad. El orgullo de pertenencia es para toda la vida. Gana Hernani, gana el rugby, ganas tú.

Y eso fue lo más importante del partido disputado el pasado sábado 5/12/15 en Landare Toki, entre el cincuentenario Hernani, y los highlanders de Ordizia. El campo es cada día más cómodo, las nuevas gradas confortables y con buen acceso, y los chavales de Hernani han mejorado mucho en técnica individual, sobre todo en la línea. Eso se ve en el calentamiento. Alternábamos el medio campo del Hernani, a la izquierda, con el de Ordizia, a la derecha de nuestra posición, y vimos muchas cosas que luego se reflejaron en el partido, y que casi siempre justifican  lo que luego ocurre. En la parte izquierda había un gran movimiento de balón, con buena técnica de transmisión y recepción, apoyo de los jugadores libres, y dinamismo en la delantera, con unas touches espectaculares. A la derecha, mucho contacto convenido y ninguno libre, o sea, que tu te dejas y yo te placo. En cuanto contacto, tu te caes. Cuando en realidad el contrario se mueve y se defiende, y el placaje empieza precisamente en el contacto. Podemos justificarlo diciendo que en el entrenamiento somos más rotundos, pero en el partido se vio lo del calentamiento. Así, un jovencísimo Hernani tuvo el balón el primer tiempo con un rugby de continuidad, tanto en la línea como en la delantera, y enfrente solamente O`Donnel puso el toque de clase.
En la segunda parte Ordizia tuvo el balón, pero no sacó rendimiento a su juego estático y de contacto ,entre otras cosas, porque no tiene la delantera de los últimos años. Y llegan los diez últimos minutos (acaban de expulsar a un jugador de Hernani), golpe de castigo enfrente de palos, a unos 28-30 metros. Marcador, Hernani siete arriba, número mágico. Ensayo transformado para empatar, por parte de Ordizia. Estás enfrente de palos y muy cerca. Tres puntitos. A falta de cuatro. Juegas con uno más los diez minutos que faltan. El Hernani estaba fundido, jugando con la reserva, pues había hecho el gasto del partido, proponiendo siempre, en tanto que Ordizia tenía motivos de tipo físico y psicológico para estar más entero, pero incluso obviando todos estos aspectos, por estrategia en rugby, cualquier equipo en cualquier parte, va a por los tres puntos, y a ganar el partido, no a empatarlo. Pues nada, piden  melée  (no a 5 sino a 30 metros de marca), y entre que "ponte bien y estate quieta", pasan tres minutos. Hernani ha cogido un poco de aire, pelea y se lleva el balón. Presión desesperada de Ordizia (con uno más), y poco después consigue ensayo cerca del banderín. Difícil transformación para cualquiera, pero más si pateas con la derecha, desde la derecha. Falla. A dos puntos. Nuevos errores en otros golpes, pero ninguno desde la posición del que pidieron palos en el minuto setenta y tantos. Fin del partido con dos puntos arriba a favor de Hernani.  ¿Reflexión? ¡Para qué! Pues entre otras cosas porque no es la primera vez que falla la estrategia a Ordizia en Landare Toki, y pierde el partido.

¡Ah! Todo lo que no hizo y debió, y todo lo que hizo y no debió, se lo comenté a una señora aficionada de Ordizia que estaba a nuestro lado. Porque siempre hay gente que dice "después de visto ..... Pues no, aquí se dijo todo lo que probablemente hubiera hecho ganar el partido a Ordizia, antes de pedir melée en el golpe de castigo. ¿Porque estaban uno menos? Quedaban ocho o nueve minutos todavía, que resultaron casi dieciocho, para rematar la faena. En fin, grande Hernani.