Un estilo de juego

El partido JUGADO el pasado día 4-7-l5  en el Westpac de Wellington ( Isla Norte de Nueva Zelanda) entre el equipo local, Hurricanes y los Highlanders de Otago, también neozelandeses pero de la Isla Sur, disputándose la final del SupeRugby-15, resultó espectacular, porque así se lo propusieron ambos equipos, o más bien, ambas entidades con su estilo o filosofía de juego. ¿Que quién ganó? Pues el que menos se esperaba, para completar el espectáculo con la sorpresa del resultado final, pero eso es lo de menos. El caso es que -aunque para nosotros no fué ninguna sorpresa-, es el juego que proponen todos los equipos de Nueva Zelanda. Porque desde chavales juegan a eso, a divertirse. Luego los buenos educadores, buenos técnicos y buenos directivos, hacen el resto. Y los aficionados admiran y disfrutan con el espectáculo que ven sobre el terreno de juego. 
Y aquí (Hemisferio Norte), se ha desatado la polémica, haciéndose por todas partes (Francia ...), la pregunta del tonto. ¿Y porqué aquí jugamos tan mal?. Porque, la verdad, aquí incluimos a nuestra Gipúzkoa, no jugamos, disputamos sin lógica ni técnica la posesión del balón, para luego maltratarlo.
Un jugador de rugby tiene que tener la habilidad de un Globetrotter y la sensibilidad en las manos, dedos y yemas, de un pianista. Eso se consigue entrenando, diseccionando el movimiento y repitiéndolo cuantas veces haga falta, hasta dominar el mismo. Del juego de pié y de la preparación física no vamos a hablar en este comentario, por falta de espacio, pero lo haremos porque creemos es una aportación a nuestro rugby.
Es fácil decir que nosotros no somos All Blacks y que nuestro rugby es "de la Srta.Pepys" empezando por los medios materiales, pero incluso en las condiciones que nuestros clubs desarrollan su actividad, se pueden llegar a formas y estilos de juego parecidos a los que ha deslumbrado el partido, que no ha sido el único del torneo SupeRugby de este año y anteriores. Lo que ocurre es que este año la gente está bastante quemada y empieza a rebelarse. Los espectadores, "jugar el Top-14 cada dos años", alternando con los torneos europeos en los que entrarían Top-l4, PR D2 y Premiership".  "Reducir el tiempo de Juego diez minutos". "Reducir el nº de suplentes (banquillo) haciendo un juego más rápido y de menos contacto", "Reducir el nº de partidos y aumentar el tiempo de recuperación/preparación". "Hacer dos grupos de ocho (de Top14 a Top16), y jugar una final entre los dos primeros" Esta última fórmula para Francia que además de los compromisos de la Selección, tiene  Le Bouclier de Brennus, o Copa de Francia como segunda competición. Una comparación de Apertura-Clausura argentina. También salen cosas más sonoras, pero eso es porque se han dado cuenta que ellos han visto (y nosotros aquí tambien), otro tipo de juego, suponiendo que este salir a ganar con quince gladiadores por bando sea juego.Como decía el bueno de Iñaki, es una mezcla de Bolos y Sumo.
Dejamos para otra ocasión los problemas económicos de los clubs de Iparralde, y las consecuencias que puedan devenir en nuestro rugby, que pueden ser interesantes si jugamos bien nuestra situación demográfica y sus variantes económicas, o que nos dejemos obnubilar - y colonizar- por un rugby con muchos problemas consecuencia de sus errores.
Miren, en eso les llevamos ventaja. No tenemos problemas, porque no hemos tenido crecimiento. Ahora, con la experiencia ajena o simplemente con la historia reciente, podemos estructurar y proyectar nuestro rugby sin lastres económicos. Nuestro rugby depende exclusivamente de nosotros. De las personas que pueden aportar técnica, gestión deportiva dentro y fuera del terreno de juego, o solamente que estén dispuestos a prestar una parte de su tiempo libre a su club de rugby favorito o más cercano. Hay trabajo para todos. No se pide dinero, pero tampoco pensar que se puede conseguir en una primera fase, y a continuación en un régimen "de no perder dinero" (aunque siempre se pierde). Y si hay puestos semiprofesionalizados, con un orden de prioridades de acuerdo con la filosofía del club, claridad y legalidad con el movimiento dinerario. Las cuentas, en el escaparate. Que todos las vean. Muchos que ocultan información, se van a llevar una sorpresa. Pero todavía estamos a años luz en estilo de gestión, empezando por las personas y continuando por las estructuras administrativas de los clubs. Tanto curso y tanta leche en nuestra F.V.R. y nunca se les ha ocurrido abrir un debate (no hace falta que tenga un título exótico ni refrendo universitario), sobre la forma en que se trata a las personas que se ofrecen a jugar desde infantiles a juveniles. Y hemos visto bastante. Y nos hemos enfrentado a las injusticias de trato. Y las directivas tienen  que disponer de vocales cualificados -no es fácil- para crear y administrar intangibles (imagen ...), propaganda (medios ...), publicidad (no confundir con "caridad", sino con una planificación comercial y una estrategia industrial ...). Vale, y todo eso "por la cara", diran algunos. No exactamente. Los resultados adecúan las compensaciones, pero un club tiene que huir de los Gastos Fijos y atenerse a una administración económica conservadora. 
Como podrán colegir, si un club o federación, asociación, etc., está dirigida y administrada por personas solventes, es difícil que no se proyecte adecuadamente y progrese. A continuación viene la estructura deportiva, las relaciones institucionales, la proyección ante los centros educativos y universitarios, la vicepresidencia segunda de Relaciones Públicas, Propaganda y Publicidad, y ......... los resultados.
Hemos empezado hablando de rugby auténtico y terminamos el comentario hablando de lo mismo. En Gipúzkoa, Rugby Club de Gipuzkoa, Vasconia, Anoeta, Hernani, Irún y Ordizia, sin olvidarnos de Tolosa, Oñati-Legazpi, Mutriku, Altza, Lasarte, y sobre todo Zarautz, que ha dado un paso de gigante con la aplicación al rugby de lo que aquí si se puede aplicar un desarrollo sostenible . Pues han jugado mejor de lo que lo hacen actualmente, y con la gente de casa. Aunque ya hemos dicho que en el rugby no hay dogmas (afortunadamente), hay unos principios y mecanismos, además del trabajo físico y cerebral que cada equipo aplicaba en función de sus posibilidades. Si tienes una delantera potente y juegas en los ochenta metros (dentro de "su" 22), cierras el juego y buscas la perforación individual, pero sobre todo grupal, con jugadas trabajadas, pero si estás en tus cuarenta metros, trabajas para proporcionar el balón a la línea que puede ganar metros con más facilidad y menos esfuerzo teórico. La estrategia del equipo, y por tanto su forma de jugar, no es igual contra un equipo de unas características que de otras. ¡Pues aquí, antes de ir al partido, ya sabes cómo van a jugar, venga quien venga ....! Coges un balón y en vez de eludir el contacto con el inmediato y atacar espacios libres, vas a buscar al jugador contrario, con las dos manos en el balón, lo que te condiciona la defensa, y te tiras, ni te placan. Y el "pick and go" en tus treinta metros. ¡Hala!, como todo el mundo lo hace ..., pues no te da vergüenza, pero hace unos años le preguntabas a la primera, ¿qué has hecho?, a la segunda no le pasabas el balón, por chupón. Jugábamos a la continuidad, a mantener vivo el balón, y trabajábamos en los entrenamientos la técnica en administración y salida del balón, y había túneles que solo conocíamos nosotros, y con balón dominado y fuera del alcance del contrario, decidíamos -había un Jefe de Pack- si se empujaba, salía la tercera -nunca solo- o se la dábamos al medio de melée. ¿Facilidades al contrario? Las mínimas. Comparen con el juego que vemos en todos los campos gipuzkoanos. Y reflexionen si no podemos jugar con "el estilo" de Hurricanes o Highlanders. Por cierto, ganaron estos últimos.

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