"V" - "VI" Nations

El Club de las Cinco Naciones parecía inalterable al final del siglo pasado, y aunque hacía años que Escocia había asumido el papel de Cenicienta en la competición, que un poco más arriba estaba Irlanda, Gales y su Jenkins solo sabían patear, quedaban Francia e Inglaterra para disputarse casi todos los torneos. En Europa no se veía nada. Bueno, si; Rumanía, que con un rugby rudimentario pero físicamente poderoso, ponía en aprietos, y a veces ganaba a alguno de los equipos mencionados. Pero entre que Ceaucescu, el presidente de la república no parecía presentable por su forma de gobernar, por la inseguridad política del país, y porque su rugby no tenía dinero y tampoco capacidad de convocatoria, nunca fue invitado a integrarse en el selecto club. Y “en estas”, Italia empezó a verle rentabilidad deportiva y comercial al rugby, que llevaba muchos años practicando, y estaba a un nivel inferior a España dicho sea de paso, a través entre otros de “la” Benetton, famosa marca de moda radicada en Treviso, fichó a Kirwan, famoso jugador neozelandés titular All Black de la primera selección. No era el mejor, pero sí el más “presentable” al gusto de los italianos, y todavía más de las italianas. Blanco, rubio, alto, esbelto, atlético y que además sabía jugar bien al rugby. Tenía lo que las empresas dedicadas a la estética buscan para su imagen comercial. Con una buena campaña de prensa en la que lo de menos se publicaba era que fuese un gran jugador de rugby, los campos donde jugaba Kirwan se llenaban, y él no defraudaba. Un espectáculo verle correr, sobre todo con el balón. Y como había recaudación directa e indirecta, vinieron más jugadores, preferentemente de Nueva Zelanda, donde la prensa escribía en 2003 (New Zealand Times – Auckland), que había que exportar jugadores a Europa, porque había un exceso de calidad en su rugby. También de Argentina, que estaba en plenas convulsiones sociales económicas y políticas llegaron buenos jugadores, como el medio de apertura Dominguez, que también pasó por el rugby parisino, y otros muchos, algunos de los cuales fueron convocados por la selección italiana, como el mencionado. Y entre que el dinero recaudado se invertía bien, que en el norte de Europa Italia es exotismo y pasión, arte y belleza en todas sus expresiones, y si hace falta, también hay dinero. Pues nada. Otro al Club, y lo convertimos en el “VI”. Italia empezó (y todavía no ha acabado), de recibirlas por todos los lados. Pero entre inteligentes, es la mejor y más rápida forma de aprender. Y últimamente ha ganado partidos y otros los ha perdido porque no ha sabido marcar los tempos, o sea, competir. Y se ha vaciado en los últimos minutos. Pero ya da la talla. Perderá partidos, pero no sin que el contrario, sea el que sea, pague el peaje. Y El Comunale se llena. Y ahora va El Olímpico, que tiene mucho más aforo. Y esta refundación empezó porque “alguien” se enteró del tiempo en que vivía y el potencial del rugby. Y en Japón llevan el mismo camino, pero ellos lo tienen más fácil. Tienen pasta, y “las Islas Sagradas del Rugby” (Tonga, Samoa, Fiji, Nueva Zelanda ….) cerquita. De todas formas, como orientación, puede servir por aquí. Sobre todo por el orden. Inversión económica, campaña publicitaria de la misma, calidad en el juego-espectáculo, captación de publicidad, sponsorización, capacidad de interlocución con las instituciones, instalaciones capaces de acoger cantidades de miles de espectadores cada partido en condiciones de cierto confort, teniendo en cuenta las diferentes condiciones climatológicas, y sobre todo, una imagen que transmita lo que el rugby puede aportar a la sociedad. Y para eso, al menos en una primera y difícil etapa de despegue, hay que cuidar mucho el trato al deportista por parte de los educadores, entrenadores y directivos, sin olvidarnos de los árbitros, que a veces hablan y gesticulan como si fuesen emperadores romanos. Cuando haya que corregir un comportamiento técnico, ético, etc., se deben aplicar actitudes didácticas, pedagógicas y psicológicas, y sinó, mal vamos. Continuaremos con el altísimo porcentaje de abandonos. Bueno, que disfrutéis del VI Naciones 20l4.

Las federaciones

Luis Mari Ezeiza RUGBY TIMES Las Federaciones Me refiero a las nuestras, a la Provincial y a la Autonómica. En mucha menor proporción a la Provincial, porque no dispone de medios, por tanto, centro el tema en la presidida por Iñaki Laskurain. Los cometidos oficiales e ineludibles como representantes de nuestro rugby ante la Española, y de nuestro deporte ante el Gobierno Vasco y su normativa legal al respecto. Los ingresos institucionales obligan a responder con claridad las cuentas correspondientes a las obligaciones contraídas en la forma legalmente establecida. Los ingresos obtenidos por la tramitación de fichas e inscripciones correspondientes a jugadores, árbitros, clubs, delegados, etc., tienen diversos destinatarios como Seguro Deportivo, FER, derechos de arbitraje, porcentaje a las provinciales y algo que más que no haya tenido en cuenta, y el resto es de libre disposición, entendiendo esta libertad como ética y honesta dedicada a los fines de mejora de nuestro rugby. En algunos ejercicios anteriores a la presidencia actual, la “cifra de negocio” ha superado los seiscientos mil euros, cantidad más que respetable hoy en día, aunque la disposición neta después de la aplicación de las partidas detalladas, sea sensiblemente inferior. Además podemos añadir eventualmente algunos rendimientos atípicos por publicidad, marketing, etc. y tendremos la partida disponible. Mi propuesta realizada personalmente al Presidente, es nombrar a una persona como adjunto a la presidencia (¡qué mal suena!), que vaya visitando a las directivas de todos los clubs que integran de forma activa la federación, y recoger las inquietudes, propuestas y necesidades de cada una de ellas, trasladándoles al mismo tiempo la información y datos con los que trabaja la federación, a la espera de los que reciba de los clubs. Naturalmente esto cuesta un dinero en concepto de gastos y dietas, etc., que podría ser asumible en parte, por otro cometido complementario técnico que figurase en el “staff” de la federación dentro del presupuesto económico del ejercicio. O por otra vía más imaginativa. El objetivo es disponer de un nexo entre los clubs y la federación, ya que por separado somos todos más débiles. Yo le propuse a Iñaki una persona muy conocida por casi todos, agradable en el trato, culta y preparada en rugby entre otras facetas de la vida, y en mi opinión, con un carácter diplomático. Naturalmente, en caso de convenirlo, habría que convencer a esta persona, con la que yo al menos ni lo he mencionado, que a lo peor no le interesa, pero lo dudo por el concepto que tiene del rugby, y de su generosidad sobradamente demostrada. Quede claro que ha sido mi propuesta de cometidos y persona, pero seguramente habrá mejores propuestas, y quizá personas más adecuadas. Sin problemas. Desde aquí lo que se pretende es proponer la unión de nuestro rugby, y si Mahoma no va a la montaña, la montaña debe ir a Mahoma (perdón si a alguien le molesta la cita), ya que está demostrado que aunque teóricamente la federación la forman los clubs, muchos de ellos, por desafección o por distancia, no viven su propia problemática, y muchas veces la información, en los dos sentidos, llega distorsionada a su destino. Con esta figura podríamos avanzar mucho. Pero no es lo único que hoy quiero pedir a las federaciones. Nuestros clubs invierten cantidades importantes en la formación de los jugadores desde la Rugby Eskola hasta Sub-20, con la esperanza de que continúen en la edad senior, y que si es posible, después forme parte del equipo de veteranos, del equipo de educadores y técnicos, o en la directiva. Pero casi todo se viene abajo cuando llega la edad de senior. Se alude al trabajo, estudios, etc., pero eso ha ocurrido siempre. La realidad que todos conocemos, es que ese momento es una auténtica sangría económica, al comprobar cómo el setenta por ciento de nuestra inversión se va por la borda. Pero es que no continúan ni como espectadores. ¿Qué hacemos mal? Un debate abierto y sereno, organizado y liderado por la(s) federación(es), precedido de un trabajo estadístico de los últimos quince años –por ejemplo-, en la que figuren todas las fichas tramitadas, desglosadas por clubs, categorías y temporadas, por ejemplo, y entregar a cada club la que le corresponda. Y la federación, la Memoria General con su estadística propia. Y a partir de estos documentos, a sacar conclusiones. Y después de un período de estudio y reflexión establecido, convocar un debate, con los grupos temáticos que se planifiquen, y con un debate general en el que estén presentes todos los presidentes de todos los clubs acompañados de los directivos que lo deséen, y el máximo de autoridades representativas institucionales, universitarias, etc. etc.. Animo Iñaki ta Txuri. Aurrera.

Partidazo y desconcierto

El pasado día 28 se jugaron dos partidos en el Miniestadio de Anoeta de categoría Sub 18 y Sub 20 –un año más que las categorías Cadetes y Juveniles anteriormente denominadas-, entre las selecciones de Gipuzkoa y Bizkaia, a priori favoritas del torneo que muy acertadamente ha organizado la Federación Autonómica, y que también forman las selecciones de Araba y Nafarroa. Asistió más gente de la que esperábamos, y menos de lo que el rugby de estos chavales se merecen. Aquí tenemos que asumir, aunque no nos guste, que para convocar espectadores a un partido de rugby, o tiene componentes exóticos ajenos al juego, o el partido está teñido de morbo, o está muy publicitado, aunque se aleje del verdadero contenido de nuestro rugby, insistimos, nuestro rugby.¿ Cómo vamos a identificarnos, mantener una conversación, emitir una opinión, discutir una decisión, defender o censurar una política de club o de territorial, si no vivimos el rugby desde abajo, que es donde se encuentra la verdad a corto y medio plazo de nuestros problemas y soluciones? Parece que aquí solo van a ver rugby o lo que nos quieren vender los del B.O. (por ejemplo) como rugby, porque ocho días antes nuestros periódicos dedican dos páginas de deportes a esos partidos, cuando a los nuestros, los que necesitan difusión aunque no sea más que para satisfacer a las familias de los jugadores que tanto aportan al deporte en general, y al nuestro en este caso. Coincidimos con periodistas expertos de DV y N de G en la grada (probablemente estaría el de Berria pero no le vimos), pero al día siguiente, en algunos de los citados, un “suelto” despistado con los resultados, y en otro no nombrado y de marcado carácter euskaldun (excepto para nuestro rugby), un reportaje extenso -e indocumentado técnicamente, añadimos nosotros-, sobre otro de los lamentables partidos “jugados” por el Biarritz Olympique. Supongo que venderán muchos ejemplares o convocarán publicidad, etc., en Iparralde, y como es su negocio, ellos deciden. Personalmente puedo decir que, como sucesor de otro querido diario injustamente desaparecido, lo he comprado durante años, y hoy, accidentalmente, también, pero estando de acuerdo con la línea editorial, lo de Deportes, una decepción. Pues vale. Buscaremos apoyos por otra parte. Porque lo que ocurre en nuestro rugby, y nos referimos siempre a Gipúzkoa, empieza a ser de diván de psiquiatría. Juegan los Sub-18 gipuzkoanos un partidazo como hacía muchos años no veíamos por aquí. Manejando casi todos los conceptos del rugby y aplicándolos con técnica y generosidad, ritmo y entrega. Para los jugadores y sus entrenadores, nuestro reconocimiento a su capacidad y gusto por el juego dinámico, espectacular y ……práctico. Ganaron fácil porque fueron a jugar a rugby sin especular, que no son edades para eso, como decíamos en nuestro comentario anterior. Y no es porque Bizkaia fuese un mal equipo, sino porque no están preparados para defenderse de un rugby dinámico. Cuando jugábamos cada semana o quince días contra equipos de Iparralde, Landas, Dordogne o el Bearn, (ya estamos con batallitas), nos pasaba igual que a los bizkainos el sábado pasado. Con ritmo, apoyos y técnica, nos barrían. Y mira que corríamos y placábamos, pero siempre aparecía un relevo y desbordaba. Pues si la prensa hubiese dedicado un comentario analítico del partido Sub-18 Gipuzkoa, probablemente llegaría a las mismas conclusiones. Cualquiera que fuese la jugada elegida, el atacante tenía siempre dos opciones, que, si nos damos cuenta y sin descubrir la pólvora, es la verdad del rugby: DOS CONTRA UNO. Sin más. Bueno, con la agradable fotografía mental de la actuación de nuestra selección Sub-18, sale a jugar la selección Sub-20 contra Bizkaia nuevamente. Con respecto a los anteriores, jugaban a otro deporte, y no queremos aludir a los jugadores ni a los entrenadores, aunque podríamos sugerir que copiasen a “los chavales”, que por lo menos disfrutarían un poco. Aguantamos medio tiempo, y fuimos bastantes los que abandonamos –temporalmente, of course-, porque el partido no cumplía los objetivos del fomento y progreso del rugby, sino a una especulación cercana al inexistente mercantilismo y al nefasto resultadismo. Y aquí tenemos que volver nuevamente al rol que los clubs autonómicos, principalmente los dos gipuzkoanos más importantes en la actualidad, y refiriéndonos exclusivamente a la categoría Sub-20, negando la participación de los principales jugadores convocados en esos equipos, suponemos que alegando intereses de sus primeros equipos. Vale. Podemos entenderlo cuando el trabajo de formación de jugadores va orientado a componer el primer equipo. Podemos admitir sin compartir, que los minutos (los que juegan, claro) en “A” no tienen el mismo valor técnico que todo el partido en un torneo Sub-20. Pero esa postura es muy delicada, primero, porque impide a los jugadores convocados, jugar, destacar y disfrutar de un rugby en igualdad de condiciones de edad. Que no se trata de todas las semanas. Que igual no tienen otra oportunidad de divertirse y relacionarse con jóvenes afines en muchas cosas y costumbres, carácter, etc.. Vamos, lo que para nosotros, intentando colocarnos en el lugar de los convocados y no asistidos, era un premio, ha sido despreciado. ¿Era tan importante la presencia de estos jugadores en la convocatoria? ¿ Para qué están los segundos equipos? Pensamos que en la decisión subyace un viejo contencioso de desencuentros con la Federación Autonómica que la ha pagado la Gipuzkoana. Ciertos clubs, y para nosotros Hernani siempre ha destacado en colaborar con las federaciones, en cuanto llegan a un nivel superior al del resto, se convierten en galácticos “de facto”. Van a su puta bola, porque sus intereses y problemas no tienen nada que ver con los del resto. Torres más altas han caído, y no hay que más que mirar hacia Donosti. Aquí sobra egoísmo y falta liderazgo. Y los problemas que hoy tengo, son los tuyos de mañana, no lo olvides. Pero entonces el “marrón” seguramente lo tendrán que soportar y arreglar, si pueden, sus sucesores. Continuaremos.