Finaliza el RWC-15


 Dentro de cinco horas se juega la final entre Wallabies y All Blacks en Twickenham (London), con los dos equipos más en forma de todos los participantes en este Campeonato del Mundo. Cualquiera que sea el planteamiento de los dos entrenadores, estamos seguros de que va a ser un partido para grabar y aprender por parte de toda la familia del rugby. No esperamos un partido bonito para ver, de estética fácil y agradable para el espectador, sino duro, cerrado, sin concesiones tácticas ni técnicas, austero y conservador. Pueden decir uds., "pues con este panorama, a lo mejor es más interesante el snooker". Y entonces  les animamos a presenciar el partido, aunque no sea más que por los últimos 20-25 minutos, que en nuestra opinión es el tramo de partido en el que nadie se va a reservar y se va a ver rugby del bueno. Aunque insistimos, en que para el que entienda un poco, lo más interesante va a ser el resto del partido, que también es rugby. Porque en los partidos con presión se aprecian mejor los detalles de pasillos de balón entre los jugadores en los paquetes, los detalles del "off  load", el ataque a los espacios, la ocupación de la parcela del compañero que ha acudido a una emergencia para frenar el ataque contrario, la contundencia en los contactos, y la técnica posicional en los placajes,  entre otras fases atractivas.



Si vamos a comparar línea por línea, la primera de Australia es superior a la de Nueva Zelanda, por el banquillo. Polota-Nau y Moore en el "hooker", son superiores a Cole y Mealamu, aunque los neozelandeses son más disciplinados con el reglamento, y Cole, en ese papel de falso "palomero", hace estragos en ataque, pero Polota-Nau perfora como una máquina tuneladora. Nueva Zelanda no acaba de encontrar "props" para estos partidos tan directos. El anhelado Hayman (retirado este año), Hoeft, Dow, eran ideales para este partido. Pero reconocemos que N/Z practica un rugby muy dinámico y no le interesa una delantera de 940 kgs.. Donde se ve una diferencia a favor de All Blacks es en la Segunda Línea. Buenos "touchmen", empujan en melée, defienden en los paquetes, y tienen un juego con balón, perforador. Los dos, aunque destaque Retallick sobre Whitelock (éste más paquetero). Los australianos Douglas y Simmons son muy buenos en touche y dinámicos en ataque y defensa, pero tienen menos oficio y compenetración con los compañeros, que sus colegas contrarios. Y llegamos a la Tercera Línea con un choque de trenes y una de las claves del partido. Kaino, Kieran y Mc. Caw por N/Z, y Fardy, Hooper y Pocock por los Wallabys. Más juego en corto por Australia, y más juego abierto en Nueva Zelanda.  Detrás de la melée es más peligroso Aaron Smith, que el australiano Phipps, y como Apertura, Carter está por encima de Foley. Es mejor estratega. Está más acostumbrado a diseñar, decidir y realizar bajo fuerte presión, que su oponente. Como pateadores, ventaja para Carter. Y aquí está la penúltima clave del partido. Del 12 al 15. "Delicatessen". Un lujo asiático. Pasará tiempo hasta que veamos un duelo como el de hoy entre Ma`a Nonu y Giteau.  Conrad Smith y Kuridrani. Savea y Ashley Cooper. Milner Skudder y Mitchell, y Ben Smith y Folau. Y en el banquillo puede estar la clave. "Sonny" Williams y Fekitoa, en Nueva Zelanda, serían titulares indiscutibles en cualquier otra selección. Es lo que tiene Nueva Zelanda. Exceso de calidad. Ya lo decían en 2003. Cuando empezaba a destacar un tal Dan Carter (que jugaba de centro), y eran titulares Woodcock y Mealamu, todavía en la lista mundialista actual.



Y la clave final. La táctica y el oportunismo. Diferentes formas de jugar, según los momentos, el tiempo de juego, el marcador y las debilidades o los puntos fuertes del contrario. Tarde de estrategas, dentro y fuera del terreno de juego. Nos gusta el plan de esta tarde. Seguro que seguiremos aprendiendo. Que sea extensivo a toda la familia del rugby y adheridos, que hoy se nos examina a muchos." ¿Tú también juegas a esto?"

RWC-15.

En Rugby Times interesa más el rugby gipuzkoano que el de otras latitudes, pero teniendo en cuenta que en estas fechas compiten las mejores selecciones del planeta por el Campeonato del Mundo en Inglaterra, aparcamos las novedades en casa para comentar la Rugby World Cup.

Para empezar, hemos visto dos sorpresas, que Inglaterra perdió contra Gales en Twickenham en un partido ultraconservador por las dos partes, comprensible en Gales por las ausencias de Halfpenny y Davies en la parte de atrás, e incomprensible en Inglaterra en su condición de aspirante al título. Solo propuso un esquema: juego en corto y vertical. Un aspirante al título tiene que tener más alternativas de juego. Más soluciones que el tiro a palos. No se puede percutir en todas las posesiones de balón. Hay que diseñar jugadas, previa o espontáneamente, que viven de esto. Cero para Lancaster y su staff. Ahora a ganar a Australia. A ver si le juegan igual que a Gales.

La otra fue la victoria de Japón sobre Sudáfrica. Otra del entrenador Springbook. Sin duda tiene una de las tres mejores plantillas del campeonato, y se demostrará en las fases siguientes, pero teniendo en cuenta la situación previa en Sudáfrica, denunciada la selección para impedirle su viaje al RWC por el insuficiente número de seleccionados de raza negra, y que el entrenador-forofo no dio una, creemos que su vuelta a casa va a ser gloriosa. De Japón, qué decir. Que esto no se lo quita nadie de su historial. Aunque luego venga la joven y encantadora Escocia a despertarle del glorioso sueño.

Australia sigue su marcha con un juego seguro y varias opciones de juego. Todas de garantía. Esta noche tiene el "test" más importante de esta fase previa, contra Inglaterra. Si gana, creemos llegará a la final, y Inglaterra, a refundarse. Tiene jugadores y estructura para ganar, pero falta audacia y seguridad en sus técnicos.

Nueva Zelanda. De trámite. Donde otros tienen que sudar tinta para conseguir puntos, los All Blacks lo hacen fácil. Aparte de su técnica con y sin balón, si diseccionamos los movimientos que realizan todos los jugadores en el campo, similar a la coordinación de un grupo de ballet clásico, cada uno está en la cuadrícula del campo que le corresponde en cada momento. Y en función del movimiento del balón, las cuadrículas cambian de ocupante. Y lo que hacen ellos, lo puede hacer cualquiera desde un punto intelectual. Es lógico. Y el que tiene el balón sabe que tiene un compañero a derecha, izquierda y detrás en el eje. Aunque no les vea. Tira el balón al aire hacia atrás, y lo coge alguno de sus compañeros. No digamos si el ataque es "limpio". Ahí diseñan e improvisan al mismo tiempo. Todo depende de la posición del defensor. Salvando las distancias -siderales- de su condición técnica, física y atlética, lo demás es de pura lógica. Eso sí, lógica inteligente para jugar al rugby.

Y nos queda Irlanda como "outsider" a las semifinales junto a Francia, que hasta la fecha no ha convencido a nadie.  Juega con brusquedad, con dureza, no confía en su línea y vive de la segunda juventud de Michalak. Salvo grandes sorpresas ¿Argentina?, ahí están seis de los cuatro semifinalistas. Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica, Irlanda, Francia y Gales.