Nuestros clubs de rugby (II).

En Gipuzkoa, por orden jerárquico deportivo, después de ORE, figura Hernani R.E., si tenemos en cuenta únicamente el rugby senior masculino. En Liga 2ª Div. ha terminado 5º entre 16 participantes. En 3ª Div., 3ª entre 19 participantes. En el 1er. Transfronterizo Trofeo Irizar, 1º entre 8 participantes de Euskal Herría  Norte y Sur. En U-18 (Cadetes), 3º (primer gipuzkoano), entre 12 equipos. En U-16 (Infantiles), 1º entre 16 equipos. En Rugby Femenino, 2º en la Liga Vasca. 4º en Amaiur Torneoa. 2º en Euskadiko Kopa (VII) y siempre primer equipo femenino gipuzkoano.

En el area de instalaciones es el equipo que más ha innovado y mejorado, para hacer lo más cómoda y agradable posible la visita de los espectadores a Landare Toki. Se aparca bien, el ambigú siempre tiene buen ambiente, los pintxos son buenos, el acceso a las localidades ha mejorado mucho .....

Y tiene una filosofía, una identidad y un proyecto. Y consolida lo intangible aportando plusvalía cada año con seriedad y compromiso, lo que le confiere solidez y confianza a la estructura del club. Como institución, tiene estabilidad. No cambia de entrenador cada temporada, cosa muy importante, porque el entrenador es el líder. Y el Capitán, su continuidad en el campo. Por cierto, echamos de menos a los capitanes de antes, que durante el partido no se limitaban a arengar y animar a los compañeros, sino a instruir en la forma de juego modificando sobre la marcha, estudiando la situación del partido, la forma del contrario, sus puntos vulnerables, etc., una estrategia a la carta. Un traje a medida del momento. Porque el entrenador ha marcado unas pautas generales, pero luego el contrario las modifica, y ahí está el Capitán, que no tiene que ser el más veterano, sino el más inteligente, y en un puesto desde donde se vea el partido, apoyándose en un "vice" dentro del "pack", que es el que mejor sabe lo que pasa "dentro", que el juego de delantera es un mundo. Faltan capitanes que no se limiten a sortear el campo al principio del partido.

Y con esta base nos encontramos ante la 16-17 donde parece que debería pelear en División de Honor "A" por un puesto medio, que ya son varias temporadas "en el alambre", que las gestas sientan mejor si son para ganar, que para no perder. Y aunque la última temporada viene consolidando una tendencia al juego dinámico, esta que empieza ahora sugerimos que sea la definitiva consolidación de una forma de juego decididamente abierta, por varias razones. El equipo es ligero de peso, muy joven y saben jugar al rugby sin estar todo el rato en el suelo, muchas veces facilitando el juego de los contrarios, más pesados y veteranos, y que van al "ruck" como a un balneario, a recuperarse. Aunque la delantera ha mejorado en peso, todavía está lejos de la mayoría, por no decir todas las de su categoría. Hernani tiene que ganar los metros corriendo, no empujando. Y si quieren ganar empujando, dominan como nadie una jugada para ello, "touche", agrupamiento de pie y empuje (tornillo, etc., que vuelve, como el raffut ..). Hace tres temporadas metió con esa jugada TRES ensayos al Getxo, ante la desesperación del magnífico pilier bizkaino Aboitiz.Es la ventaja de tener una plantilla estable, que permite la compenetración, coordinación, etc... Porque genio y casta, tienen los jugadores para exportar. Esa es la marca de la casa.

Y la línea de tres cuartos .... Esa es la "esperanza blanca" del equipo. Por una parte, recibe solo los balones que los delanteros no pueden aprovechar, que con frecuencia son "piedras" en vez de balones. Altos, con parábola que tarda media hora en llegar y da tiempo a los contrarios a llegar al placaje en el momento de recibir el mal pase, no da tiempo a recomponer la figura, a su vez, se vuelve a pasar alto, muy alto, frenando la carrera del receptor, y poniendo en peligro su integridad física al levantar los brazos para recogerlo, y dejar al descubierto las partes más vulnerables de nuestro organismo. Pues desde aquí, no sugiero, si pudiese hacerlo, lo exigiría. Reclamar un respeto inteligente sobre el juego de la línea, haciéndole partícipe del juego como sistema, no como emergencia. Y a la línea, que si se merece ese protagonismo, entrene adecuadamente, que solamente viendo el calentamiento antes del partido, le entra a uno diarrea mental. Pasan con una displicencia, con balones mal cogidos y peor dirigidos (atrasados, altos,..), y nadie les dice nada. Y todo eso sin presión. Luego en el partido, ese abandono de la técnica se nota en que no se pasa ni una a la altura de la cintura y ligeramente adelantado a la posición del cuerpo, que obliga a recoger el balón aportando más velocidad, con el centro de gravedad bajo con todas las ventajas que ello comporta, etc.etc.etc.. Pues eso. Si tu ventaja está en el dinamismo, juega tus balones con velocidad, y apoya la jugada, alejando el juego de la delantera contraria. Y ahora está en pedir a "Etxebe" que se eche la línea a sus espaldas, que lleva un carro de años con "el trece" y ya es hora de que explote. Que asuma el liderazgo de su zona. Con Oier, desde atrás, pueden hacer maravillas. Y los demás, apoyar el juego de continuidad, para lo que son indispensables los apoyos a izquierda, derecha y en la vertical. Entrenar la técnica de "off load" y olvidarse de los "rucks", que son los contrarios a la continuidad en el juego. Esa podría ser la "marca" del juego de Hernani en todas las categorías. Jugar rápido, técnico y divertido. Dar por seguro que los contrarios aprovecharan más de una situación porque no hay audacia sin riesgo, pero siempre marcarán menos que nosotros. Los jugadores contentos de practicar un juego saludable, fuerte y divertido, y los espectadores, adictos. Que de igual si juega el U-16 que las chavalas. Todas tiene  el sello de la casa. Un estilo de juego que solo se puede implantar con estabilidad institucional. Y en esto, hoy por hoy, Hernani es el líder. 

Nuestros clubs de rugby (I).

Falta un mes para el comienzo de competiciones para Ordizia y Hernani en Honor "A" y Zarautz, Bera Bera y Eibar, en la Honor "B" de las ligas españolas. Como hay mucho para escribir, vamos con el primero, Ampo Ordizia.

Tras la desigual temporada pasada, consecuencia de las irregularidades involuntarias con los fichajes extranjeros (entrenador incluido), el club parece que ha decidido replantarse su política de plantilla. Prescinde de Corey Simpson (que ficha por Zarautz), por ley de vida, después de haberlo hecho anteriormente con Huxford (también fichado por los costeros), dejando sitio nuevas incorporaciones que se consideran necesarias, debido a la lentitud de adaptación de los canteranos, excepto un par de excepciones (Korta...). Si Ordizia quiera campeonar, y si se quedan Ascroft y Rust, hace falta reforzar la delantera al menos con un primera, un segunda y un tercera, pues ha salido Joan Tudela, también a Zarautz. Si vamos para atrás, se ha producido la noticia del verano. La vuelta de Goia después de su discutible periplo "francés", donde esperamos no haya perdido tres años preciosos para su futuro. Si los ha aprovechado bien, tenemos el leader que Ordizia viene necesitando desde que el se marchó "al otro coté". Porque ya entonces, a pesar de que estaba Huxford en forma, Julen tenía que haber dirigido las operaciones de la línea desde la posición de "full back" (no utility), por cuatro razones diferentes. Porque "el 15" es el que mejor ve las posiciones del contrario, y por tanto las posibilidades y estrategia de ataque, y para eso Julen valía mucho. Porque tiene un "sprint" largo y potente para intercalarse en las líneas en ataque, y un excelente defensor cuando se necesita defender. Porque tiene una técnica y potencia excepcional en el tren inferior. Y cuarto, porque es un gran pateador a palos, tanto a balón parado, como de "drop" o botepronto. Y ya, puestos, porque es de la casa. De Goierri, y no es lo mismo ir a ver jugar a uno que viene a tener una experiencia cultural, aunque se integre relativamente, que otro que tiene los amigos, la familia, la profesión y probablemente el futuro, a diez kilómetros a la redonda. Pero, con todos mis respetos a la familia y a la directiva de entonces, creo que se gestionó mal la trayectoria deportiva de Julen en aquellos momentos. Se le colocó de ala, y cumplió perfectamente. Bueno, para entrar en contacto con la competición como titular, vale, pero se tiró en la banda tres años, mientras Huxford declinaba. Y yo, si hubiese sido Julen, me habría rebelado. No se si él lo hizo, pero en mi opinión tomó la decisión equivocada, aunque ni él ni su entorno, lo reconozcan. Decían que se iba para "crecer" a Iparralde, pero no al B.O. que yo he conocido, que parecía un club inglés por su señorío y calidad de trato a los jugadores, sino al de los srs. Martín (presi) y Blanco (head manager), y si se obnubiló con el staff técnico, es porque estableció comparaciones con el de Ordizia y sus modestos medios. Y por aquí sabemos machacar literalmente los cuerpos de los deportistas, pero eso sólo lo hacen los malos entrenadores. Los buenos, administran el potencial físico que es vital (para toda la vida), y no lo consumen en cuatro años. Ahí tenéis uno de los grandes fracasos del rugby francés. Destrozando personas. Solamente de Toulon en los dos últimos años, han salido "porque el cuerpo no se recuperaba de los entrenamientos", y "por el dolor físico", Wilkinson, Ali Williams, Hayman, Botha, junto con otros cincuenta o sesenta retirados cada año del Top-14. Y este año se ha superado la cifra. Y es gente con 30 a 35 años la mayor parte de los retirados. Joder, que hay mucho listo suelto. Pero nadie sigue las consecuencias que la bestialidad (e inutilidad) de entrenamientos tiene en esos jugadores.  Y pocos han resuelto económicamente su vida.

Y ahí queríamos llegar en el caso de Ordizia, como espejo, por ser el equipo de Gipuzkoa más importante y mejor organizado para los tiempos actuales. A pesar de la encrucijada en la que está inmerso. ¿Refundación? No es para tanto. Basta con recuperar la ilusión, establecer una Hoja de Ruta (en eso Hernani va por delante), y cuidar a los jugadores de la cantera, tratándoles sin agravios comparativos (económicamente), y concediéndoles un horizonte de posibilidades consiguiendo unos objetivos. Ha llegado el momento de hablar con los jugadores de casa uno por uno, que han tenido horas de competición en primera, a ver si están dispuestos a tirar del carro. Y eso quiere decir rearmarse de ilusión, cuidándose dentro y fuera del campo, sin esperar que los problemas dentro del campo los solucionen "los profesionales" (o sea, los extranjeros). No, ellos tienen el papel que el club les asigna. Y, como se ha demostrado, "si te he visto, no me acuerdo". Vienen a conocer otras formas de vida. Yo haría lo mismo. Pero a los equipos los tienen que llevar los de casa. Y se juega en la categoría que corresponda,¿ o Zarautz, Irún o Arrasate son menos dignos? Y no solamente está el caso de Julen, yo veo el caso de Oier Goia. Este chaval es una perla en bruto (barkatu). Puede y debe liderar el juego de tercera línea, pero, por favor. Que no pase lo mismo que con Muagututia, que se tiró toda la temporada saliendo con el balón detrás de la melée, se quitaba de encima al primero, el segundo contrario casi le paraba, y el tercero le paraba. Y esto en la veintidós contraria varias veces en la misma temporada. ¿Para qué sirven los vídeos?  Ahí están. Analizarlos. Con jugadas de apoyo ensayadas, esos balones hubiesen sido ensayos. Oier ha marcado varios por fuerza, pero ha dejado de marcar por falta de apoyo. Insistimos. A ese chaval hay que cuidarlo, humana, técnica y si hace falta, con algún "detalle" económico. No puede haber un segundo caso Goia, porque este chaval es más que una promesa. Pero como a su hermano en su día, hay que darles una responsabilidad y prepararle para ello. Que lidere la Tercera. Su hermano, que lidere el sistema de ataque-defensa con el Apertura. Si admiten la responsabilidad, a entrenarles y perdonar los posibles errores que inicialmente puedan cometer. Que todos hemos pasado por ahí. Si hay confianza y apoyo de la afición, podemos hacer un "El Salvador" surgido después de la enorme deuda contraída durante la gestión de su "administrador" y posterior presidente de la FER, donde reincidió en el manejo de los dineros, y fue dimitido.

Y queda el Entrenador. Axio era un ideólogo, conducía muy bien el grupo humano dando ejemplo de generosidad en la entrega, entusiasmo haciendo las cosas, audacia y orgullo ante los equipos teóricamente superiores, pero tácticamente le faltaba (seguro que en La Unica habrá aprendido) visión, y algunos partidos no se han ganado porque no ha distinguido "los tempos", no ha visto dónde y cómo estaba el partido, el horario, el contrario, la climatología, el árbitro, el ambiente, sus jugadores ... Quería que los jugadores jugasen como jugaba él, por cierto un excelente talonador. Y de Axio lo primero que se nota es que es una gran persona, de gran calidad, como pocos. Pero cuando dio un paso a un lado, creo que estaba pensando en su amigo Régil. Y este asumió el reto de entrenar al primer equipo, pero creo que se dio cuenta, que no todo es tomar notas, y se le notó que le caía un poco grande el equipo. Y la gente se echó encima. En mi opinión, injustamente, porque nunca tendremos entrenadores de casa sin darles oportunidades. Estoy seguro de que si Régil vuelve a entrenar, sería mucho mejor, porque habrá aprendido de su experiencia. Y capacidad técnica, tiene.
Si probamos a Julen Goia como pateador del equipo, a su hermano Oier como líder de la Tercera, tenemos a Aizpurua como medio de melée, incluso de apertura, y se queda Rust, tenemos mas de medio equipo hecho. El resto, con los argentinos que parece que han fichado y los canteranos que quieran tirar del carro como los Korta, Aldanondo, Gartzia, etc., dentro de dos años hablaremos de otra cosa mejor. Por cierto, Zorionak Amaia!.

¿Cuándo nos vamos a convencer?

Venimos reclamando desde hace años una tendencia hacia el juego abierto más divertido para el jugador, más agradable para el espectador, y más práctico para los resultados y el desarrollo positivo del rugby ante la sociedad deportiva de Gipuzkoa.

No entendemos que los entrenadores hayan adoptado "el juego de suelo" con interrupciones continuadas, fraude a los pocos espectadores que convocan, y peligroso para la integridad física de los jugadores, hasta el punto de que, raramente juegan sólo con ocho delanteros, como se ha hecho durante los años en los que el rugby era dinámico y no estático, y que Gipuzkoa era de lo mejor en el rugby estatal, y admirado en el maravilloso rugby que se practicaba en Iparralde con la Escuela de Baiona como ejemplo en toda Francia.

Los vulgares copian siempre tarde y mal. Y nosotros hemos sido vulgares. Hemos adoptado un rugby para el que no tenemos ni antropometría ni condición atlética. Y con el reglamento del rugby en la mano, en el ochenta por ciento de los "rucks" al menos, se juega en falta. Se pitan menos de la mitad, y con esos puntos de "golpe a palos", vamos tirando, terminando a veces ganando con el resultado que da los múltiplos de tres. Jugar a ensayar, desplazando el balón con rapidez y moviéndose con velocidad e inteligencia para llegar a los puntos de apoyo para que el portador del balón pueda decidir la opción de pase más interesante, parece que está "demodeé". A la vieja usanza, dicen algunos post-modernos que "dirigen" nuestro rugby.

Ejemplos malos tenemos muchos y recientes, y por no hablar de Gipuzkoa (mal de muchos ...) y pongamos como ejemplos a Biarritz Olympique de la era Yatchvilly que todo el mundo ensalzaba menos Rugby Times, y que terminó con el fracaso más absoluto, y que no está más abajo, por la generosidad del fallecido Serge Kampf (.g.b.) y su familia. Han jugado tres temporadas a provocar faltas que permitiesen a su medio de melée entrar en las estadísticas, pero desmovilizar a unos excelentes jugadores que sabían jugar a otra cosa, pero que "alguien" que estaba por encima de los entrenadores y que desde aquí advertimos que tenía a B.O. como trampolín político para el asalto a la FER. Pero claro, eran personajes intocables, pero siempre dejan la miseria detrás. Otro caso es el de la selección de Gales en los tiempos en que jugaba de Apertura Gareth Jenkins, chavalote alto, rubio, que colocaba un montoncito de arena para colocar el balón en los tiros a palos, y que metía así muchos puntos, pero que muchas veces, eran los únicos puntos y no ganaban nada. Curiosamente tuve una conversación en el vuelo de Auckland a Londres con una señora que se presentó como la tía de Jenkins, y me preguntó qué me parecía su sobrino como jugador. Le di mi opinión: "El no tiene la culpa, pero está perjudicando a Gales". Se quedó patidifusa. Era Abril del 2003 y echen cuentas. A los dos años prescindieron de él como titular (actualmente es entrenador de pateadores de la selección galesa), y ganaron dos VI Naciones seguidas y a punto de ganar la tercera. Este año próximo, para mi es favorita, junto a Inglaterra. Y la mayor fuerza la tiene atrás. Los dos aperturas   son fiables. Roberts,  Davies, Williams, North, Halfpenny, son dinamita pura y excelencia en el ataque y la defensa. A Nueva Zelanda, el pasado mes de Junio en Auckland, los tuvieron a raya más de medio partido, y confirmaron que los mejores resultados los consiguen con el juego abierto. Y hablamos de Gales, que ha tenido el rugby más rudo del continente europeo, con sus tradicionales mineros.

Y pasamos a Irlanda, para recordar la trayectoria del Munster. Este equipo fue de los primeros en adoptar el "rugby" de 22 ó 24 fases seguidas (interrupciones con el juego en el suelo), para no conseguir ningún punto, pero aburrir a las ovejas. Y por aquí se ensalzaba "llevan veintidós fases con el balón" en plan admirativo. Y creen que entienden de rugby. Pues el Munster, un clásico de la Heineken Cup, varios años fuera por no clasificarse. Normal. Cuando se practica el anti juego, ya se sabe. Se recoge lo que se siembra. Y Rugby Times, nuevamente contra corriente, escribimos: ¿Para jugar así han fichado a Howlett? Uno de los wing-full backs más rápidos y técnicos que han dado las últimas generaciones de All Blacks. Otro que se marchó aburrido de Europa.

Pasemos al lado positivo: La última final que jugaron el pasado año en el Westpac St. de Wellington (N/Z.) entre los locales Hurricanes y los Highlanders de Otago en la Isla Sur de Nueva Zelanda, conmocionó al rugby mundial, sobre todo al europeo. Y del europeo, a Francia, que se vio "retratada" al comparar el rugby que su Top-14 practicaba, con el maravilloso espectáculo de rugby con fuerza, velocidad, ritmo constante, técnica depuradísima en el manejo del balón, continuidad y hasta fantasía en algunas jugadas. Y se dieron cuenta de que tan espabilados como parecen o se creen (ahí está el caso de Serge Blanco), que empezaron con la revolución, y ahí siguen. La última, el acuerdo entre la LNR y la FFR. Pero en Inglaterra han hecho algo parecido. ¿Y aquí? Bueno nosotros no tenemos los problemas que tienen estos países, por nuestro subdesarrollo ó involución. Lo nuestro es más fácil, porque podemos partir de cero, no de menos cero. Y empezar por convocar sin exclusiones, debatir y decidir. Todavía nos acordamos de la super encuesta a los clubs que se mantiene en la clandestinidad, en lugar de publicar sus resultados en todos los medios de comunicación, lo cual quiere decir que la opinión pública, los aficionados al rugby, no tenemos nada que decir ni hacer, pero puestos a levantar la voz, recordarles a los directivos de nuestras federaciones, y más concretamente a la FVR, que una parte importante de sus ingresos viene de nuestros impuestos, luego menos secretismos, empezando por lo que costó económicamente la encuesta.

Y constituir el Colegio de Entrenadores integrado en la FVR, pero con autonomía para establecer sus planes de trabajo. Y que tengamos los que integramos la familia del rugby gipuzkoano, un interlocutor con atribuciones y responsabilidades, para afrontar, por ejemplo, con el gran problema de crisis de juego que tienen nuestros equipos. Y defender los intereses deportivos de nuestros entrenadores, su formación y seguimiento. Incluida su tutela ante los clubs y la propia federación, donde en todo caso estaría representado con voz y voto. Y esto, hoy en día, tal como están las cosas, sólo lo puede hacer la Federación Vasca de Rugby. Y entretanto, esto será un Reino de Taifas, y cada uno irá a su bola, incluso, dentro de su mismo club, que un chaval cambia de categoría por la edad, y se encuentra que su técnica de pase no sirve, por ejemplo. Y así muchas cosas.

Pues ex-colegas entrenadores de los equipos de Gipuzkoa, si lo que está sucediendo en todas partes con la vuelta al juego abierto, no os convencen, mañana sábado día seis de Agosto juegan en el mismo Westpac St. de Wellington, la final de este año SupeRugby 16 entre los Hurricanes y los LIONS de Johannesburgo (S/A.), otro caso de conversión de estilo. Un equipo que no jugaba a nada (desciende de los Cats) que fueron eliminados de la competición porque no daban una, vuelven, ponen de entrenador a Johan Ackermann, por cierto un ex-segunda línea bastante "leñero", transforma el juego tradicional sudafricano del contacto contínuo, para, manteniendo la fuerza y combatividad en defensa, prodigar la agresividad y audacia en el ataque, saliendo con el balón a la mano desde la línea de veintidós, cosa impensable en Sudáfrica hasta que llegó hace unos años un tal Carlos Spencer, inolvidable medio de apertura de los Blues de Auckland y de los All Blacks, y cantó las cuarenta, diciendo que los sudafricanos tenían jugadores con clase suficiente como para jugar un rugby dinámico y abierto, ante el escándalo de los "Gurús", y que es lo que, salvando todas las distancias, proponemos desde hace años desde Rugby Times. Pero allí han reaccionado. Por aquí no lo esperamos, aunque las evidencias vengan hasta la puerta de casa. Hay mucho ego tonto suelto, como para reconocer los errores. Pues nada chavales, (en los errores no incluyo a las chavalas), hasta siempre. Seguiré yendo a los campos guipuzkoanos a ver rugby del nivel que sea. Y debo ser masoca, porque disfruto. Siempre veo algo agradable.