Partidazo y desconcierto

El pasado día 28 se jugaron dos partidos en el Miniestadio de Anoeta de categoría Sub 18 y Sub 20 –un año más que las categorías Cadetes y Juveniles anteriormente denominadas-, entre las selecciones de Gipuzkoa y Bizkaia, a priori favoritas del torneo que muy acertadamente ha organizado la Federación Autonómica, y que también forman las selecciones de Araba y Nafarroa. Asistió más gente de la que esperábamos, y menos de lo que el rugby de estos chavales se merecen. Aquí tenemos que asumir, aunque no nos guste, que para convocar espectadores a un partido de rugby, o tiene componentes exóticos ajenos al juego, o el partido está teñido de morbo, o está muy publicitado, aunque se aleje del verdadero contenido de nuestro rugby, insistimos, nuestro rugby.¿ Cómo vamos a identificarnos, mantener una conversación, emitir una opinión, discutir una decisión, defender o censurar una política de club o de territorial, si no vivimos el rugby desde abajo, que es donde se encuentra la verdad a corto y medio plazo de nuestros problemas y soluciones? Parece que aquí solo van a ver rugby o lo que nos quieren vender los del B.O. (por ejemplo) como rugby, porque ocho días antes nuestros periódicos dedican dos páginas de deportes a esos partidos, cuando a los nuestros, los que necesitan difusión aunque no sea más que para satisfacer a las familias de los jugadores que tanto aportan al deporte en general, y al nuestro en este caso. Coincidimos con periodistas expertos de DV y N de G en la grada (probablemente estaría el de Berria pero no le vimos), pero al día siguiente, en algunos de los citados, un “suelto” despistado con los resultados, y en otro no nombrado y de marcado carácter euskaldun (excepto para nuestro rugby), un reportaje extenso -e indocumentado técnicamente, añadimos nosotros-, sobre otro de los lamentables partidos “jugados” por el Biarritz Olympique. Supongo que venderán muchos ejemplares o convocarán publicidad, etc., en Iparralde, y como es su negocio, ellos deciden. Personalmente puedo decir que, como sucesor de otro querido diario injustamente desaparecido, lo he comprado durante años, y hoy, accidentalmente, también, pero estando de acuerdo con la línea editorial, lo de Deportes, una decepción. Pues vale. Buscaremos apoyos por otra parte. Porque lo que ocurre en nuestro rugby, y nos referimos siempre a Gipúzkoa, empieza a ser de diván de psiquiatría. Juegan los Sub-18 gipuzkoanos un partidazo como hacía muchos años no veíamos por aquí. Manejando casi todos los conceptos del rugby y aplicándolos con técnica y generosidad, ritmo y entrega. Para los jugadores y sus entrenadores, nuestro reconocimiento a su capacidad y gusto por el juego dinámico, espectacular y ……práctico. Ganaron fácil porque fueron a jugar a rugby sin especular, que no son edades para eso, como decíamos en nuestro comentario anterior. Y no es porque Bizkaia fuese un mal equipo, sino porque no están preparados para defenderse de un rugby dinámico. Cuando jugábamos cada semana o quince días contra equipos de Iparralde, Landas, Dordogne o el Bearn, (ya estamos con batallitas), nos pasaba igual que a los bizkainos el sábado pasado. Con ritmo, apoyos y técnica, nos barrían. Y mira que corríamos y placábamos, pero siempre aparecía un relevo y desbordaba. Pues si la prensa hubiese dedicado un comentario analítico del partido Sub-18 Gipuzkoa, probablemente llegaría a las mismas conclusiones. Cualquiera que fuese la jugada elegida, el atacante tenía siempre dos opciones, que, si nos damos cuenta y sin descubrir la pólvora, es la verdad del rugby: DOS CONTRA UNO. Sin más. Bueno, con la agradable fotografía mental de la actuación de nuestra selección Sub-18, sale a jugar la selección Sub-20 contra Bizkaia nuevamente. Con respecto a los anteriores, jugaban a otro deporte, y no queremos aludir a los jugadores ni a los entrenadores, aunque podríamos sugerir que copiasen a “los chavales”, que por lo menos disfrutarían un poco. Aguantamos medio tiempo, y fuimos bastantes los que abandonamos –temporalmente, of course-, porque el partido no cumplía los objetivos del fomento y progreso del rugby, sino a una especulación cercana al inexistente mercantilismo y al nefasto resultadismo. Y aquí tenemos que volver nuevamente al rol que los clubs autonómicos, principalmente los dos gipuzkoanos más importantes en la actualidad, y refiriéndonos exclusivamente a la categoría Sub-20, negando la participación de los principales jugadores convocados en esos equipos, suponemos que alegando intereses de sus primeros equipos. Vale. Podemos entenderlo cuando el trabajo de formación de jugadores va orientado a componer el primer equipo. Podemos admitir sin compartir, que los minutos (los que juegan, claro) en “A” no tienen el mismo valor técnico que todo el partido en un torneo Sub-20. Pero esa postura es muy delicada, primero, porque impide a los jugadores convocados, jugar, destacar y disfrutar de un rugby en igualdad de condiciones de edad. Que no se trata de todas las semanas. Que igual no tienen otra oportunidad de divertirse y relacionarse con jóvenes afines en muchas cosas y costumbres, carácter, etc.. Vamos, lo que para nosotros, intentando colocarnos en el lugar de los convocados y no asistidos, era un premio, ha sido despreciado. ¿Era tan importante la presencia de estos jugadores en la convocatoria? ¿ Para qué están los segundos equipos? Pensamos que en la decisión subyace un viejo contencioso de desencuentros con la Federación Autonómica que la ha pagado la Gipuzkoana. Ciertos clubs, y para nosotros Hernani siempre ha destacado en colaborar con las federaciones, en cuanto llegan a un nivel superior al del resto, se convierten en galácticos “de facto”. Van a su puta bola, porque sus intereses y problemas no tienen nada que ver con los del resto. Torres más altas han caído, y no hay que más que mirar hacia Donosti. Aquí sobra egoísmo y falta liderazgo. Y los problemas que hoy tengo, son los tuyos de mañana, no lo olvides. Pero entonces el “marrón” seguramente lo tendrán que soportar y arreglar, si pueden, sus sucesores. Continuaremos.

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