Los valores del rugby, en el Seven (Rugby Siete).

En Rugby Times estamos deseando siempre elogiar las actitudes y actuaciones - no invocamos triunfos competitivos- de nuestra familia rugbística. Nos damos cuenta que, con más frecuencia de la deseada, incidimos más en los errores y podemos parecer pesimistas, pero nosotros no bailamos el agua "a los que mandan", porque aquí, poder, lo que se dice poder, en rugby no lo tiene nadie. Pero lo que sí tienen las instituciones del rugby es representatividad. Y además, en régimen de monopolio. Si te parece que puedes aportar algo, tiene que ser a través "de la federación", aunque los ayuntamientos y la DFG controlen y financien en parte las actividades. Por tanto, puesto que nosotros, el pueblo, co-financiamos el rugby, exigimos que se nos escuche y se nos informe públicamente. Por eso nos rebelamos ante la FVR. Porque nos tiene abandonados a los que nos interesamos por la situación de nuestro rugby, tanto por el conducto directo de su web, como a través de los medios que periódicamente convocan para su propaganda.

Pero como los clubs y sus jugadores están con frecuencia por encima de sus dirigentes, te encuentras con mujeres y hombres como los que componen las selecciones españolas femenina y masculina que se han clasificado para los juegos olímpicos de este año en Río de Janeiro (Brasil).
Y han roto todos los esquemas que argumentan esos dirigentes escudándose en la crisis económica, en la demografía y en la falta de apoyos, obviando que cuando optas a presidente y/o aceptas ser directivo, contraes una responsabilidad voluntaria entendiendo que tienes cosas que aportar al margen del dinero. Y si ves que la situación te supera, déjalo, ya vendrá otro, aunque se aplique la Ley de Murphy, que también puede pasar.

Pues  ahí están nuestros  Igor Genua (Hernani), Ignacio Martín Goenaga y Pablo Feijóo  Ugalde (Donostia), en la selección masculina entre los doce componentes de su selección, lo que supone un éxito para nuestra pequeña parcela, y "nuestras" Bárbara Plá (Getxo) y Amaia Erbina (Ordizia)  en la femenina demostrando que se puede competir con las mejores aprendiendo y ganando, a veces. Es cierto que lo van a tener muy difícil los chicos contra  Sudáfrica, Australia y Francia, en el grupo "B",  y contra Nueva Zelanda, Francia y Kenia en su Grupo "B", las chicas, pero ¿cuándo lo han tenido fácil tanto unos como otras, si se marcharon aburridos con la Federación Española hasta sus entrenadores? Las tres últimas "legislaturas" ó mandatos de los dos presidentes anteriores, el gallego un trepa incompetente que lo único que le importaba era salir él en la foto, que consiguió a través de su lacayismo entrar en el CSD, y el anterior al actual Alfonso Feijóo, González Cancho dejó la tesorería repleta de incumplimientos y deudas. Dentro de las limitadísimas posibilidades económicas en las que se ha visto (y se verá) Alfonso en este y próximos años por los motivos indicados, al menos ha creado un ambiente de unión en el rugby español, desconocido desde la época de Floro Noriega como presidente. Los chicos y las chicas de la selección viven en precario, con una austeridad ejemplar, pero excesiva, cuando sus oponentes disfrutan del total apoyo de sus estados. Solamente ver las condiciones en las que entrenan las francesas en Marcoussis, ya es para echar la toalla. Pero en estas circunstancias salen los valores de las personas, trasladadas al rugby, porque, no nos engañemos, mucho hablar de los valores del rugby, pero al final los depositarios de los mismos son los practicantes del rugby que dejan tiempo y dinero por entrenar y jugar para formarse y divertirse, aunque en muchos casos se conforman con lo que hay, y los clubs no les dejan ni rechistar, porque "el club está por encima de todo". Sabemos bastante de eso, pero ¿què es el club? Lo que han  hecho las personas. Un "ente abstracto" ¿puede ser más importante que una persona? Pues nuestra opinión, que de modesta no tiene nada, mantiene que el club se ha creado para estar al servicio de las personas. Y una vez más, recordamos la gesta de los componentes de las dos selecciones y a Alfonso Feijóo por su  sensibilidad y apoyo, para que sirva de estímulo a toda la familia del rugby y entre todos podamos sacar a nuestro deporte de este marasmo tancrediano. Aquí pararse a mirarse el ombligo es retroceder. Que nos sirva la lección del Seven chicas y chicos, para dejarnos de excusas y empezar a tirar del carro hacia adelante, con la colaboración de todos. Y ya sabemos que los valores no se escriben, se practican.

Y ya que estamos de jugadores ( siempre las mujeres incluidas),  para los próximos Campeonatos Mundiales Universitarios de Seven, han sido seleccionadas Nerea Aguirre (Getxo) y Enara Cacho (Hernani), y para el masculino, Javier Martín Goenaga (Bera Bera). Se celebran en Swansea (Gales), los próximos 7 al 9 de Julio.  Nuestra felicitación a los tres, que se diviertan y que tengan suerte.
Otro par de acontecimientos positivos para el rugby, en este caso el XV. Llenazo en el José Zorrilla, de Valladolid, en la final del campeonato entre los dos equipos locales, el VRAC y El Salvador, que convocar a más de 25 mil espectadores en un partido de rugby entre equipos españoles, es para hacernos meditar un poco a todos. ¿Se puede, o no se puede? Parece que sí. ¿De qué depende? Nosotros pensamos en la "experiencia Dixon", de Ordizia, como el punto de partida del despegue del rugby en Hegoalde. Gestión realista y adecuada a la situación social, económica y deportiva, y a partir de ahí, instituciones y empresas (ingresos atípicos) No olvidar un análisis científico y un pragmatismo empresarial, todo ello envuelto en un halo ético. Esos también son valores del rugby. Que lo es bueno en el rugby, sea bueno para la sociedad. Los valores, a la calle, a compartirlos. El jugador de rugby tiene que serlo dentro y fuera del campo, y su comportamiento, una marca social.
Y el otro, un poco más lejano y utópico, pero interesante como fenómeno social, los 98.000 espectadores en el Camp Nou, de Barcelona, en la final del Top-14 francés, entre el Racing Metro, de Paris, y el Toulon, de la misma villa mediterránea. Un desplazamiento sin ningún incidente, en contraste con el festival de violencia de la Eurocopa francesa en fútbol. Esto es para hacer reflexionar a las instituciones políticas, apoyando o permitiendo (para luego reprimir), los comportamientos habituales en los campos de fútbol y en las ciudades más futboleras con el apoyo de las más altas autoridades de la nación a un comportamiento antisocial. Así nos va.


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