Lo de siempre

Estamos a medio camino entre el profesionalismo y la diversión de jugar a rugby en el nivel más agradable, y con el menor coste posible para club y jugadores.
Si nuestra posición es el continuismo de nuestro rugby hasta hace unos cuatro o seis años, que empezó la aventura de la contratación en vez de el fichaje, nos van a tildar de dinosaurios para arriba, que no vemos el imparable futuro del profesionalismo, etc.etc.. Y nosotros, que para “modelnos” es posible que no seamos los primeros, pero si los segundos, nos defendemos esperando que los profesionalistas lo hagan de igual o parecida forma. Con argumentos tangibles, no con hipótesis inconsistentes.
La liga Renfe actual, también denominada DHA, o la inversa, que organiza la FER (Fed. Esp. de Rugby), empieza por gravar a los equipos clasificados con cuarenta o cincuenta mil euros por participar una temporada, como derechos de inscripción.Ya empezamos con exageraciones. Además, cobra las fichas o derechos de inscripción individual de treinta jugadores media mínimo por equipo, que es otra pasta, aunque aquí van incluidos los derechos de arbitraje, seguro deportivo y pare de contar. Además exige una dedicación preferencial de tiempo a personal no deportivo como delegados , que terminan complementando las jornadas trabajando como empleados. Estos y los técnicos, tienen ficha (y por tanto posibilidad de ser sancionados económicamente), con lo que ya tenemos nueva entrega de dinero a la FER. Si, por completar la temporada inscribes el equipo en la competición de Copa, más derechos de inscripción. Total, Sesenta-setenta mil euros, sin empezar a jugar.. ¡Viva el Deporte!
Estos costes por temporada no son recuperables ni por clasificación ni por otros méritos deportivos contraídos en la temporada, sea el equipo Amateur o Profesional. De esto no se escapa nadie. Si se juega en categorías inferiores (DHB, l ª División, etc.), irá descendiendo el importe del coste de participación, pero no en gran porcentaje.
Si el equipo entra en la senda del profesionalismo en los jugadores, técnicos, delegados, etc., contraerá unos compromisos de pago mensual durante todo o casi todo el año, cantidades que a efectos de pago a los interesados debe considerarse sagrada, en tiempo y forma. No entramos en coste laboral y fiscal de cobertura de los contratos, que dependen lógicamente de los importes comprometidos. Y seguimos sin empezar a jugar, pues hace falta un par de meses para formar, adiestrar y conjuntar el equipo. Alquilar instalaciones en caso de no disponer de propias, o mantener las mismas en uso si se dispone (At.S.S….) de las mismas. Y seguimos sin empezar a jugar. Y si llenamos el Botiquín, contratamos el personal médico obligatorio y voluntario (Fisio …), sólo nos falta comprar dos o tres juegos de equipajes para competir. Así y todo, tradicionalmente el jugador se compra sus botas y pone el vestuario de entrenamientos. Ya podemos jugar. ¿Cuánta pasta vamos “soltando”?
Pues no señor. Todavía no podemos jugar. Necesitamos un Segundo Equipo Senior y otro Juvenil inscritos para competir en las Ligas Territoriales. Que hemos podido “soltar” hasta ahora (sin empezar a jugar) ¿Cien mil Euros?. Ahora ya puedes gastar con alegría en viajes, hoteles, mantenimiento en condiciones del material deportivo si es que nos dura en condiciones el del año pasado, terceros tiempos, relaciones públicas, etc.etc.etc.
Yo me gasto eso en la vida normal, en un negocio, etc., y soy alguien, tengo algún patrimonio. Pero el equipo de rugby DH hasta ahora sólo ha hecho gasto irrecuperable. Si hay alguna situación de litigio, siempre “palma”. Ante la FER, ante los árbitros (lo de estos señores es de traca), parece que pinta algo en la Asamblea Anual Ordinaria de la FER, pero los torean de mala forma por la obsolescencia e injusticia del Reglamento. Vamos, que el club participante, además de romántico y generoso, es un mindundi. No pinta nada. Y una gran parte de esto es culpa de los propios clubs, que son incapaces de asociarse en la defensa de intereses COMUNES, que no se trata de ideologías. Incapacidad en las personas. Porque tampoco se trata de dar saltos en el vacío. Mirar a otros deportes. Asociación de Clubs de Traineras, por ejemplo. No había regata sin follón entre la Federación de Remo y las tripulaciones o los clubs. Se crea la Asociación de Clubs del Cantábrico, organiza una competición anual de alto impacto, aplicando las tecnologías que la Española hubiese tardado un siglo en adoptar, consiguen contratos de publicidad a varios niveles, pero todos importantes y productivos, hace las cosas de acuerdo con las emisoras de TV, dando facilidades para su trabajo, y tienen espectáculo para todo el verano. Y pongo el remo porque a lo mejor compararlo con el Balonmano hubiese sido muy facilón. Y ya, si la tendencia del gasto nos obliga a entrar en el profesionalismo de último nivel, vamos a negociar con la FER, el calendario. Actualmente se juega (o no se juega), como la selección y sus compromisos desean. Y los contratos profesionales, inactivos, o por decirlo propiamente, improductivos. Y yo, responsable de la Asociación, me platearía: ¿Con la pasta que me cuesta competir en DH además estoy al servicio de la FER o de la Selección? Bueno, bueno, vamos a sentarnos las dos partes, y de paso si viene el CSD, mejor, a ver si entramos en el terreno de los realismos económicos y ven el rugby desde dentro, no entre despachos. Que ya nos encargaremos nosotros de que vean la realidad de forma directa. Sin intermediarios ni embajadores pasteleros.
Y si esto sigue un par de años mas, nos vemos en esta zona del mapa con una Liga Equis participando cuatro gipuzkoanos, cuatro vizcaínos, y cuatro entre Cantabria, Nafarroa, Aragón y Rioja. Y no os molestéis a ponerle pegas. Está bastante estudiado, y a cada pega que le encontrábamos, veíamos soluciones compensativas. ¡Ah! Y pensamos vincularla a cualquier zona o a todas las españolas. Siempre que se esté de acuerdo, claro. Pero con las garantías necesarias y sin los corsés (y costes) que tiene la FER.
A todo esto, que quede claro. La clave está en la marcha durante los próximos dos o tres años del rugby español (clubes y federaciones, otras instituciones, etc.). A ver si esto se arregla un poquito, siquiera. Luis Mari.