Hemos insistido varias veces, y seguiremos así cuanto haga falta, hasta que los dirigentes de los clubs de rugby gipuzkoanos, principalmente sus presidentes, piensen en sus instituciones antes que en sus ideas y fobias personales.
La sociedad civil gipuzkoana tiene un alto nivel de cultura asociacionista, y el rugby gipuzkoano está en el nivel mínimo. Desgraciadamente, llevamos muchos años en los que la Federación Gipuzkoana de Rugby, ha sido abandonada por los clubs, cuando debería ser el núcleo operativo de la modernización estructural de los clubs.
Es verdad que el anterior presidente dejó la tesorería endeudada tras una gestión personal y personalísima que si no ha rozado lo delictivo, ahí le anda. Tanto es así, que tiene un expediente abierto con una reclamación sobre las numerosas irregularidades – por decirlo de forma suave – en las disposiciones de los fondos. Y hay que decirlo, porque en nuestra opinión, ello se ha producido por la dejación de los clubs y su consiguiente falta de control sobre el dinero de la federación. Y hablamos de decenas de miles de euros, que para nuestro rugby, es mucho dinero. Pero lo peor es el comportamiento del personaje.
Y decimos esto, porque alguien tenía que decirlo, y para actuar de forma que no se vuelva a producir. Y porque las consecuencias las ha pagado el “equipo” (está prácticamente solo) del actual Presidente, éste sí con mayúscula, Iñaki Laskurain, que como primera consecuencia, tuvo que soportar el primer ejercicio de su gestión con una reducción de casi un cuarenta por ciento sobre el anterior, cuando aún no había llegado la crisis económica a la DFG.
Y esa penuria económica – a veces la gente funcionamos así -, provocó el vacío a la FGR. Pero nos guste o nó, el interlocutor con la DFG es la FGR. Y la Diputación Foral de Gipuzkoa es la principal financiadora del rugby gipuzkoano, en lo que respecta a formación, Escuelas, etc., pero que podría ampliarse a una serie de necesidades que el rugby necesita, si quiere modernizar su gestión.
Y una de las cosas que tiene la Federación Gipuzkoana de Rugby, es la marca Gipuzkoa Rugby, que aunque parezca una tontería, puede ser un filón, si se difunde y aplica adecuadamente. Y en un artículo anterior lo decíamos. Y hacíamos unas propuestas, que no sabemos si habrán calado entre los presidentes de los clubs gipuzkoanos, pero sí en la FGR.
Por primera vez, haciendo uso de la marca, la federación va a conseguir de una conocida marca de cerveza, una cantidad de dinero. No sabemos si poco o mucho, pero es el comienzo. Y una firma gipuzkoana de equipamiento deportivo puede llegar a un acuerdo preferencial para los clubs de rugby gipuzkoanos, a través, y por una gestión de la marca Gipuzkoa Rugby. Y por una gestión personal del Presidente, está a punto de acordarse un partido anual entre el campeón juvenil gipuzkoano del autonómico, contra el de Munster o Leinster, un año en cada pais, iniciando una etapa de colaboración más o menos oficial, entre el rugby irlandés y el rugby vasco.
Y otra iniciativa surgida de la última Asamblea de la FGR. Se pidió a todos los clubs gipuzkoanos de rugby que envíen una carta solicitando la traducción al euskera del Reglamento de Rugby de la IRB (Internacional Rugby Board), a realizar por el Departamento de Deportes de Lakua (G.V.)
Con todo lo que ello podría suponer para todos nosotros. Y decimos más o menos oficial, porque independientemente del compromiso con la FGR, debería intentarse que fuese también con la Diputación Foral de Gipuzkoa y con el Gobierno Vasco, como una apertura de nuestro deporte en el ámbito internacional. Lógicamente, a través de la Federación Autonómica de Rugby, pero no sabemos si este organismo público-privado está por la labor, ya que debería ser dicha federación la que debería haber impulsado la iniciativa, pero está al parecer en otras cosas.
Para que se hagan una pequeña idea de lo que este trámite podría suponer, el Reglamento vigente de la Federación Española de Rugby es una traducción del Reglamento de rugby de la FAR (Federación Argentina de Rugby), que es la interlocutora en “castellano” de la IRB. Homologar el Reglamento Euskaldun de Rugby directamente del inglés, introduciría el Euskera entre los idiomas de comunicación internacional de rugby de la IRB. Casi nada.
Por cierto, es de justicia señalar, que la “traducción” del argentino al castellano lo hizo un donostiarra conocido en el ámbito del rugby gipuzkoano como “Txuri”, árbitro y exjugador, además de exorganizador de cenas, y que después de muchos años me enteré que se apellidaba Blanco, y después de muchas juergas todavía no sé cómo se llama. Beti “Txuri”.
Cuando cada club gipuzkoano produce rugby, no está proyectando mejor o peor nuestro deporte, sino que está contribuyendo a la cohesión social a través de una actividad que no provoca disensiones, y sí adhesiones en su entorno, valor en estos momentos de altísima cotización, sobre todo ante los que deben soltar los dineros oficiales para el deporte. Está contribuyendo a la educación en valores sociales positivos entre la juventud. Está contribuyendo a la mejora de hábitos saludables y fortaleza física, a la estabilidad emocional, a relacionarse en un ambiente sano y distendido con sus compañeros. A adquirir compromisos consigo mismo y con sus compañeros de club, etc.etc..
Y como decimos antes, se puede hacer con mayor o menor acierto, con más o menos medios, pero en síntesis, todos queremos hacer algo igual o parecido en el rugby. Y ese producto es un intangible que puede acompañar y mejorar una marca, un producto, un proyecto, un lanzamiento comercial, mejora de imagen de comarca, etc., etc., etc..
Y volvemos a la unión del rugby gipuzkoano. Hasta la fecha, los líderes temporales de nuestro rugby, que son los que deberían haber propuesto dicha unión sin egoismos ni centralismos, han ido cayendo uno a uno. Es normal. Ahora el leader (líder) del rugby gipuzkoano es el Ordizia Rugby Elkartea. Mejor dicho. Es el mejor equipo e institución de rugby en estos momentos. Para ser el líder tiene que ponerse al frente con fuerza, generosidad y propuestas de desarrollo de nuestro rugby. Y entender y debatir o compartir las ideas que puedan aportar los demás clubs con criterio de provincia, no de nivel de rugby ni de localidad. Nadie va a intentar quitarle lo que ha conseguido con su trabajo y acierto. Pero es el más indicado para cambiar esto a mejor.
Y el nexo de unión es una FGR descentralizada, itinerante, con subsedes en la provincia y con la indispensable personalidad oficial en Donostia. Y poner en marcha la marca Gipuzkoa Rugby como indicábamos en otro comentario, o como se les ocurra a los clubs unidos. Y si alguien se quiere descolgar, porque piensa que ir con clubs de inferior nivel es un lastre para su club, que lo haga. Que vaya por libre, a ver hasta dónde llega. Parece mentira que haya reticencias a la unión de TODO el rugby gipuzkoano. Vamos a ir rogando a todo lo rogable, para que en breve recibamos noticias positivas al respecto, como se dice en las cartas comerciales en inglés.¡Animo chavales!.
Mercado Verano 2015/16
Hace 11 años
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