Los pasados días 22 y 23 (viernes tarde y sábado mañana), se han celebrado en Donostia (Sn.Sn.) unas jornadas tituladas “El Deporte como Herramienta de Desarrollo Social”, presentando como ejemplo el Rugby. El apoyo y financiación lo realizaban la Diputación Foral de Gipuzkoa, el Ayuntamiento de Donostia, Euskal Herría Kirola, Kirol Zuzenbidea, y Asociación Vasca de Gestiones Deportivas, y la organización, a cargo de la Federación Vasca de Rugby. Todo ello enmarcado dentro de las actividades Eurored del Deporte, auspiciado por la CEE.
Participaron oradores de Irlanda, Francia y Euskal Herría, y como asistentes, además de las autoridades institucionales, personas desplazadas de Barcelona y Madrid. La organización dotó de receptores individuales de transmisión simultánea a los asistentes, pudiendo seguir íntegramente las intervenciones en varios idiomas. La entrada, previa comunicación, era gratuita.
Y aquí empieza nuestra desagradable sorpresa. Asistencia, poquísima. Ausencias, decepcionantes. Podemos dar nombres de los cuatro equipos de la jurisdicción asistentes, pero excusando tácitamente a Cantabria, Araba y Nafarroa, que ya es dejar, la mayoría de los clubs asistentes (el sábado estuvo el Presi del BB), no presentaron a nadie, dejando en ridículo y desacreditadas cualquier tipo de quejas o demandas dirigidas a las federaciones, de las que parecen divorciadas, pero que se ven obligados a mantener. Para nosotros, vergonzoso. Aunque no fuese más que por cumplimiento protocolario, había que estar allí, haciendo familia del rugby, de nuestro rugby, con todas las diferencias de criterios que podamos tener. Sabemos que no es lo mismo venir de Arrasate o Eibar un viernes laborable por la tarde, pero el sábado de 10 a l2 de la mañana, no había disculpas, y una explicación por la ausencia del día anterior se habría entendido cordialmente.
Y llegados a este punto nos hacemos varias preguntas: ¿Qué piensan los clubs que es la federación? ¿Un organismo impuesto?. Pues la historia ha demostrado que si los clubs no integran y gestionan la federación, la convierten en una oficina administrativa a la que es muy fácil y poco práctico, echarle todas las culpas de cualquier fracaso de gestión propia y convertirlo en “el capacico de las hostias”, como dicen por la Ribera. ¿Piensan que la federación es inútil? ¡ Crear una Asociación de Clubs!. Ahí tenéis una solución para solucionar la mitad de los problemas que tienen los clubs. Pero hay que gestionarla, y hay que decidir, elegir y controlar. Es curioso. Lo mismo que hay que hacer en una federación controlada por los clubs, pero con la diferencia que el acceso a los fondos públicos que llegan o pudiesen llegar al rugby, se canalizaría exclusivamente por cauces oficiales, o sea, por la federación. Parece que no hay más remedio que ir a morir al palo. ¡Pues nó! Sin echarle imaginación. Con pragmatismo y un poquito de inteligencia y cultura asociativa. Vamos a apoyar incondicionalmente a la federación, autogestionando sus potencialidades y representatividad, y vamos a constituir la Asociación de Clubs de Euskal Herría (Ipar-Hego) para conseguir lo que la federación no puede por su corsé oficial. A esto se le llama Unión, y a la continuidad de la situación actual se le llama Muerte Lenta, por el camino de la Vulgaridad, Aburrimiento y Obsolescencia. Llevamos 25 o 30 años sin evolucionar, o lo que es lo mismo, yendo para atrás. La Sociedad evoluciona en todos sus estamentos de desarrollo, y nosotros en la inopia. Tratando las situaciones y a las personas con un manual de “pret-a-porter”, “demodé”. ¡Joder, que los espectadores son(somos) comodones y hay que pensar en ellos si queremos taquillajes, que las familias no tienen ocho o nueve hijos cada una, y el que tiene una “parejita” lo cría entre algodones, no como nosotros (los del 40 del siglo pasado), que éramos como indios y sólo entrábamos en casa para comer, dormir o pedir la paga. Que las empresas no están para hacer caridad, sino operaciones comerciales de mútuo beneficio, por lo que tenemos que tener intangible (imagen de prestigio social …) o espacios de fácil visión y alta afluencia humana para difundir los espacios publicitarios, que la economía de los clubs no puede estar basada en las ayudas oficiales, que las ayudas de las instituciones públicas no tienen que ser únicamente económicas, que los “tempos” de la administración no son como los “tempos” industriales, y que tenemos que trabajar con capacidad de anticipación teniendo en cuenta el medio plazo, que las modas técnicas no son extrapolables, y siempre copiamos los inconvenientes, casi nunca las ventajas, y así nos va.
Y a pesar de todo lo escrito, y de mucho más que nos guardamos, de momento, no somos unos avinagrados. Creemos en los valores del rugby y de las personas que lo integran a todos los niveles, pero ¡señores! Estamos dormidos, cansados, aburguesados o gastados. Ayer ví la final del Campeonato de España Juvenil (o Sub 19) entre Cataluña y Andalucía. ¡Que lección de RUGBY, así , con mayúsculas. Sin concesiones. Gran condición física que aguantaron la alta intensidad de juego y la continuidad sin especulaciones. Una técnica individual que por aquí no se ve, ni en los “seniors”. Un juego que engancha al espectador los ochenta minutos. Ese es el camino. Buenos entrenadores, buenos jugadores, buenos equipos, buen espectáculo, espectadores adictos “in crescendo”, imagen institucional, prestigio social, ayudas y apoyo …. Volvamos por el camino de los años 65 al 85 del Siglo XX. Y si hay dudas, pregunten, que todavía hay gente que sabe cómo se hace eso Unité et Fraternité. Amen.
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