Por aquí todo el mundo anda revuelto con el Rugby a Siete, ó Seven, que como es de dominio casi general, es lo mismo, pero en inglés. La semana pasada el Presi de la Gipuzkoana recomendaba encarecidamente, casi como la purga de Benito, a varias jugadoras del Hernani, que tenían que basar todo el resto de temporada en el Seven, y como mayor divertimento, una vez terminada la misma, en el rugby playa, que como actividad de ocio nos parece sanota y sobre todo, divertida.
No entendemos cómo personas que me parecen entendidas en esto del rugby, se entreguen en cuerpo y alma al oficialismo del toque de corneta. Incluir provisionalmente el Seven en el programa olímpico de Río de Janeiro-16 ha transformado a unos cuantos que, curiosamente se mueven en las esferas oficiales, pero así, fríamente: ¿Habéis pensado las ventajas y los inconvenientes que esté decisión supone para el rugby? ¿Pensáis que la distorsionada difusión que se va a dar por televisión va a llenar los patios de ikastolas e ikastetxes de balones de rugby? ¿Qué nos va a solucionar el montón de problemas estructurales que tenemos? Pues en Rugby Times somos “Sevenexcépticos”. Cuando no estaba en el programa olímpico, la selección española era de las mejores de Europa, tanto en masculino, como en femenino. Nos encantaba ver jugar a España femenina por su juego y casta. Pero ya hace varios años que escribimos que se trataba de una generación excepcional, que en su mayoría no llegarían a jugar la olimpiada. Quedan media docena, y muy machacadas, ya que en las condiciones de desamparo que están, queman más las injusticias de despacho, que las competiciones. Y todavía faltan tres años. Y hay que clasificarse. Y si España no se clasifica, el Seven se verá como el Badminton. Los cinco pirados de siempre, entre los que nos incluimos, of course. Y estamos comprobando lo que anticipábamos hace años. Que los países con tradición de rugby, afinarían y apoyarían un proyecto Seven por aquello de imagen de país deportivo que tanto persiguen los políticos profesionales. Y que España ha pasado, por dicho motivo, de ser de las tres mejores de Europa, a estar detrás de Rusia, Gales, Inglaterra, Portugal (ahí le anda), Francia, Georgia, Escocia, y han subido bastante Alemania y Bélgica y esperamos a Italia. Si a eso añadimos a Tonga, Samoa, Japón, Kenia, Argentina, Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda y EE.UU., ¿dónde quedan las medallas seguras que prácticamente “tenía” asegurado el Seven español, según los triunfalistas oficiales de la FER (anterior) y su círculo de palmeros? Que como hemos dicho más de una vez, no queremos ver la realidad, porque si abrimos los ojos lo veríamos todo negro. Hemos sacrificado la selección XV, cuando parecía que estábamos sacando la cabeza del pantano, y hemos “transferido” todos nuestros mejores jugadores al VII (Seven), para quemarlos. Ahora hemos bajado al nivel de hace tres años (tercera división europea), y ya veremos cuántos “transferidos” vuelven en condiciones de rendir en el XV. Las imágenes del último partido contra Francia, fueron de agotamiento, de impotencia, sin ideas, y lo que es peor en esta especialidad, sin velocidad ni cambio de ritmo. Y Francia todavía no es nadie en Seven. Y los pasó por encima. Suponemos que todavía darán un golpe de efecto para intentar clasificarse en las próximas semanas trayendo refuerzos de donde sea, porque si después de dar tres vueltas al mundo jugando, no se clasifican para los juegos, suponemos que los responsables darán una explicación honesta, y cambiarán de actividad profesional o gestora. Y hablando de gestión, ¿qué ha ocurrido con la flamante Academia de Rugby Española que puso en marcha con trompetas y timbales la anterior directiva de la Federación Española de Rugby? Academia sin académicos. ¡Joder, qué tontos somos …! No sabemos ni copiar. Y por ahí andan, con sus corbatas de uniforme, de sarao en sarao, que eso si que se les da bien. País, Mariñelarena ……
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