La Copa del Rey

Para escribir sobre la copa del 20l3, conviene recordar la liga 20l2 que se jugó y perdió. Contra el mismo equipo con el que se va a competir este año en la copa, o sea, el VRAC. Y nos parece oportuno recordarlo, porque las circunstancias del equipo de Ordizia tiene ciertas similitudes con las del partido citado. Tiene a jugadores importantes entre algodones, y la importante ausencia de Sills, jugador que marca diferencias por su técnica de ocupación de espacios que ataca en velocidad por su excelente condición atlética. Por tanto, las cosas no se presentan como Axio quisiera, pero en el equipo contrario también hay lesionados, y no c reo que se lamenten por ello, ya que son un equipo acostumbrado a jugar partidos clave, y eso aporta de entrada un plus, con una dirección técnica muy solvente. Pero este año no está en el VRAC el neozelandés Waenga, que hizo estragos entre los jugadores de Ordizia, porque además de su calidad indudable, no se puso ninguna precaución táctica para obstaculizar o neutralizar su juego. Empezó intentándolo Joan Tudela en los primeros minutos, pero no llegaba. El jugador ideal para desarrollar ese intento de neutralización es Imanol, que tiene unas condiciones atléticas parecidas o superiores a Waenga. Pero no se hizo. A propósito de Imanol Iruarriz, es un flanker largo de los que sale uno cada generación, y en nuestra opinión, y con todo el respeto para los entrenadores, creo que se está desperdiciando. No creo que se dé otro “caso Julen”, pero hay que cuidar al máximo las cosas de casa, que son al fin y al cabo, los que llenan Altamira. Y planteando el partido del próximo domingo en El Sardinero, de Santander, donde Rugby Times espera estar presente, hay una cosa que parece clara, y que los entrenadores de Ordizia ya habrán tenido en cuenta, y es que el VRAC va a jugar abierto, porque es su estilo y le da buenos resultados, y porque no le interesa confrontarse con la delantera de Ordizia que es dura y peleona. Por todo ello, la tercera línea puede ser clave, sobre todo en defensa, cubriendo los interiores de la tres cuartos contraria, para que los pares del equipo nuestro se ocupen de la defensa exterior y evitemos que sus balones lleguen a sus veloces alas. Esto es algo indispensable, y además de la tercera línea, se debe desdoblar el apertura Kroll, que es muy pasivo en defensa. Y junto al primer centro en cuanto ha pasado de su zona el balón, el medio de melée, y el back, al que el “ala cerrado” debe cubrir su zona de defensa, formando de esta forma una segunda cortina defensiva, indispensable para neutralizar el juego de ataque del VRAC. Con esta actitud táctica de defensa, se puede esperar un resultado positivo, porque indudablemente Ordizia va a sacar puntos, con el pie, o a la mano, pero no nos engañemos: Esta línea no es la de la primera parte de la temporada pasada, y en este partido, con diez o doce puntos, se pierde la final, por lo que la defensa y la actitud de los jugadores es básica. Y aquí conviene recordar la actitud en el pasado año en Valladolid, sin confianza. Y así nos fue. Porque conviene recordar que el VRAC, por mucho leader que sea en la liga regular, vive más de las miserias de los demás, que de su propia grandeza, y lo consideramos admirable por su gestión deportiva (desconocemos la económica) demostrada en todas las categorías durante los últimos quince años, y teniendo que competir social y económicamente con el otro club de la ciudad, que ha sido siempre “el primo rico” que se ha llevado las mejores prebendas de todo tipo. Dicho todo lo que antecede, Ordizia lleva una trayectoria parecida, está “dando minutos” a los chavales esta temporada, y esto, a medio plazo supone una garantía de continuidad en la primera línea de nuestro rugby. Gane o pierda la final, el trabajo que se está haciendo con los chavales ya es un triunfo. Una vez más, la gestión del club va por buen camino. Cuando se trabaja bien, los resultados llegan. Estamos de acuerdo que se necesitan extranjero para campeonar, como dicen en el cono sur americano, pero intentar que cada vez sean menos imprescindibles, y que nuestros apellidos sean el ochenta por ciento de la alineación inicial, al menos. Ese es un objetivo más importante que jugar una final, y se está ganando. ¡Aupa Ordizi! Bihar arte.

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