Mira que nos esforzamos por ser optimistas viendo el panorama de nuestro rugby, pero no podemos traicionar nuestra convicción, basada en datos objetivos. Y para no pasarlo mal, hemos considerado que las dificultades forman parte de la vida, y por tanto, del rugby, por lo que le vamos a dar un tratamiento de normalidad, sin afán de censura para nadie de la familia del rugby.
Empezamos por la FER, porque sus decisiones y situación afectan a nuestro rugby. Su presupuesto económico se financia principalmente con las fichas y derechos de inscripción, la subvención del CSD y la de la IRB. Ingresos atípicos (publicidad, etc.), en menor medida.
La IRB, 300.000 SP (Sterling Pounds) ó Libras Esterlinas, de cuya cantidad “obliga” a invertir el 97% en el XV, y el 3% entre el VII y el femenino, con lo que ya vamos viendo lo que le importa los del 3%. Y la cantidad hubiese podido ser mucho mayor si el XV no hubiese bajado los resultados de la forma en que lo ha hecho, principalmente porque ha sido desmantelado por el VII para deambular por el mundo, buscando una clasificación para Brasil 20l6 que no ha conseguido, después de que los más insignes foreros españoles vaticinaran con seguridad, no solo la clasificación, sino medalla segura. Y van de listos. Pero eso no tiene remedio. Gana en temporada “basura” (para entendernos, entre mundiales y JJ OO) en los dos primeros años. En los dos siguientes, las naciones más potentes en VII o XV, nos dejan en el lugar que nos merecemos. El responsable y seleccionador del VII, “Tiki” Inchausti, dimite. ¿Qué hacen los jugadores del VII? Volver al XV. Lo dijimos cuando se admitió el VII como deporte-prueba en los Juegos de Brasil. España no tiene ni equipo, ni tradición, ni estructuras, para abordar este proyecto. Las federaciones organizaron torneos “por decreto” cuando aquí el Seven siempre ha sido una pachanga de fin de temporada para los jugadores de XV, sin ningún afán competitivo. Y el rugby es algo muy serio, difícil y caro. Por tanto, los proyectos se deben plantear a cinco-diez años, con dotación económica suficiente y con reservas para imprevistos. Y por aquí no hay esa “pasta”, ni se la espera a corto plazo.
Párrafo especial para el rugby femenino, que sin tenerlo fácil, tenían y tienen mejores expectativas que el masculino, pero como de costumbre, nuestros machitos dirigentes en la p… inopia. Lo sentimos chavalas, pero Rugby Times siempre estará con vosotras.
Volvemos a casa. Nuevo desmantelamiento de la plantilla en Ordizia, y nuevo esfuerzo de los directivos para fichar y presentar un proyecto ilusionante a su magnífica afición. Hernani lo tiene delicado. Parece que al fin tiene a Insausti, según parece, de entrenador-jugador. Buena noticia en principio. Pero vemos que la propuesta de juego sigue siendo prácticamente la misma, pero sin jugadores clave en la delantera. Es cierto que es principio de temporada y se pueden producir variaciones en la forma de jugar, pero el viernes pasado (30/8), jugaron un partido entrenamiento en Landare Toki con un terreno de juego extraordinario para la práctica de rugby abierto, y ambos equipos pasaron casi todo el tiempo haciendo “rucks”, que tal como lo hacen, es el anti rugby. Aparte de que es un fraude para el espectador de pago que asiste para ver jugar con fuerza, dinamismo, astucia e inteligencia. Y no podemos estar contra ninguna jugada del rugby, porque realizadas en el momento y lugar oportunos, todas son valiosas y forman parte del juego, pero con unas delanteras “de la Srta Pepys” lo único que se consigue son lesiones y descrédito del rugby. Que no hay delanteros. ¡Porque se lesionan jugando contra delanteras de 800 kgs. Y 27-28 años de media entre los ocho. ¡Joder, que Hernani no tiene delantera para jugar así …! Luego nos quejaremos de que jugamos contra neoprofesionales. Señores, sabemos lo que hay enfrente. Si no tenemos peso, vamos a moverlos, que el juego en corto es un chollo para los veteranos con peso …Y otro apunte que ya hemos hecho hace algunos años. ¿Es que la línea tres cuartos no sabe jugar al pie? En este país de futboleros, para una cosa que podemos aprender de ellos, lo despreciamos. Un buen pie, destroza a la mejor defensa. Pero estamos hablando del artista, del táctico, del comunicador, no del 22 a 22, que como oxigenador es estupendo. Y ahí tienen un trabajo los entrenadores, aunque por lo que estamos viendo en entrenamientos de varios equipos, si ellos no saben, no pueden enseñar. Y decimos algo parecido de la transmisión y recepción del balón. Horrorosas. Ayer mismo en Lasarte. Unos chavales transmitían bien el balón, y algún mérito será del entrenador, pero cuando les dio las explicaciones técnicas (estábamos a tres metros), se me cayó el castillo. Resulta que es un entrenador de manual, como la mayoría. Vale que no exista la didáctica, la pedagogía ni la comunicación (luego hablan de la deserción a los dieciocho años), pero por lo menos diseccionar los movimientos y sus consecuencias, ventajas e inconvenientes de hacerlo de una forma o de la que el entrenador aprecie …. Nada.Si alguno lo hace mal, porque no sabe y para eso está el entrenador, manda a veinte chavales a hacer flexiones como descosidos y obligándoles a decir desde el suelo, en voz alta, que la próxima vez lo iban a hacer mejor. Naturalmente, el susodicho no conoce nuestra idiosincrasia, y en cuanto esos chavales tengan un par de años más, ya veremos a quien chilla. Por cierto, más de media docena de esos chavales, tienen unas cualidades atléticas de las que hacen falta en el rugby, pero seguro que terminan haciendo esgrima. Una pena. Porque en general, este es el panorama. Aunque R.T. seguirá asistiendo a todos los partidos de todas las categorías que pueda. ¡Faltaría más! Tenemos la esperanza de ver un cambio (a mejor) de nuestro rugby. Y que empiece si es posible, por la búsqueda de la identidad y el sitio de cada club, hasta dónde quiere llegar, y cómo conseguir la estructura y medios para conseguir los objetivos, pero no poniendo la carreta antes que los bueyes. Aquí estamos para lo que haga falta y seamos capaces.
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