El rugby gipuzkoano – lo hemos dicho en otras ocasiones- , resiste el paso del tiempo, sin más. Siempre escribiendo desde fuera, no se advierte ningún movimiento para salir de nuestra vulgaridad, o si suena mejor, nuestra rutina. Y así, llevamos muchos años, con crisis económica o con una época de subvenciones y dispendios dilapidadas en exotismos y mala administración, y sobre todo gestión, que nos ha hecho `perder la perspectiva porque los demás equipos (Cetransa, etc) hacían lo mismo. Días de vino y rosas. Ideal para los indeseables. Esto ha pasado siempre y desgraciadamente seguirá pasando. Ya nos hemos fustigado suficiente, ahora escribamos en positivo.
Nuestro rugby está por encima de los peores, y a distancia abismal de los mejores, por tanto, intentemos despegarnos más en lo factible, y extrapolemos o copiemos lo posible de los mejores. Con respecto a otras comunidades españolas con las que nos toca competir, tenemos una federación autonómica con un apoyo económico-institucional, envidiable. Puede acometer proyectos y programas, inviables en otras similares. Y es verdad que evoluciona y diríamos que proyecta, pero ¿es esa la evolución/progreso que necesita nuestro rugby –y ahora por necesidad nos referimos al autonómico-, o un “tic” de la “cúpula “ `presidencial?
El rugby nuestro tiene un montón de problemas a ras de suelo, cotidianos. ¿Lo sabe la Federación? ¿Qué planes tiene para acometerlos y si es posible solucionarlos?
La proyección internacional está muy bien vista por las instituciones políticas que las financian (en parte, solo), pero en cualquier proyecto que se precie, hay que establecer un Orden de Prioridades, y aquí, por lo que se aprecia desde fuera, el orden está invertido.
Sabemos que es muy poco mediático el trabajo eficaz, pero es muy gratificante dejar el cargo cuando toque, y hacerse el comentario interior, que es que compensa todo, para toda la vida, “yo contribuí a unir nuestro rugby”, que por cierto a ese respecto, está “hecho un cristo”. Y no entramos - que deberíamos- en la preparación y mentalidad de los “entrenadores” que administran las actitudes, sensaciones y posibilidades de las personas que ponen a su disposición, y que casi indefectiblemente se muestran incapaces para dirigir grupos humanos. Y esto no es una clase de psicología aplicada al rugby, ni de obligado cumplimiento, pues cada persona que se ofrece o le ofrecen entrenar un equipo de rugby, pone lo que tiene. Capacidades e incapacidades. Pero ¿qué hace la federación al respecto? ¿Crear grupos de control que no controlan? Por favor, bastante tenemos con los que viven de la política institucional. Iñaki, tu eres un tigre. Si quieres puedes. El pisar moqueta y gestionar despacho, te va (iba a decir como a un tonto una tiza, pero te respeto mucho) muy bien. Y vales. Pero mientras llega el momento, todavía no eres el Responsable de Exteriores de Euskadi. Por favor, desde estas líneas te pedimos que cojas al toro por los cuernos. Te vas a encontrar con mucha oposición, pero tú no tienes la culpa de ello. Habría que mirar para atrás. Por favor Iñaki, Orden de Prioridades. Eskerrik asko.
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