Cosas de casa.

Tenemos pendientes por parte de nuestra Feredación Autonómica la información sobre el resultado de la(s) encuesta(s) sobre el estado de nuestro rugby y la proyección del mismo a medio plazo, necesidades y sugerencias de los clubs., filosofía de nuestro rugby, posibilidades materiales y humanas, pautas de comportamiento de nuestros federativos, directivos, árbitros, técnicos, educadores, jugadores y espectadores. Infraestructuras de comunicación y atención a las mismas por parte de los clubs, planes de publicidad y propaganda, interlocutores con las instituciones públicas directas de los clubs, y acompañadas por la federación cuando son de ámbito superior al municipal, algunos aspectos más que se refieren no al desarrollo, sino a su calidad, como ética, principios, conceptos, etc..
Se presentaron dos cuestionarios complejísimos para el estado y dimensión de nuestros clubs de rugby, y nos tememos que algunos no los hayan cumplimentado por dicho motivo. Y pensamos que no se puede pasar del cero al infinito. Todos necesitamos un período de "aggiornamiento" o puesta al día, de forma acelerada, sí, pero progresiva. Crear un marco de relaciones y desarrollar la cultura colaborativa multidireccional, sin jerarquías. Que cada uno de los agentes aporte lo que tenga, y que el resto lo haga el grupo. Pero sin entrar, de momento, en tecnicismos excesivos, en formularios CEE ni en análisis científicos, que eso está bien para los que tienen que justificar un sueldo y no saben cómo, pero en nuestro modestísimo rugby, hay que pisar suelo. 
Y no es porque no tengamos ideas y proyección de futuro, pero si no establecemos bases firmes en el presente, lo demás serán deseos y esfuerzos sin consistencia. ¡Joder, Iñaki, un poquito de realismo ...! Que cuando haya que volar, estamos seguros de que estaremos a la altura de las circunstancias, pero insistimos en que las circunstancias del futuro se construyen en el presente.
Hace falta liderazgo y representatividad para  reflexionar, sugerir, analizar y decidir. Y para eso no hacen falta gabinetes de análisis, sino sentido comun y experiencia como gestores y colaboradores del rugby gipuzkoano, como la tienen la inmensa mayoría de nuestros directivos. Y están abandonados la mayoría de ellos, lidiando con los problemas de todo tipo que se les presentan, a veces también desde las federaciones, para sacar adelante los distintos equipos de sus clubs. Ese es el mejor gabinete de análisis, no el que no ha cogido nunca un balón, no ha pisado un campo y no se ha enfrentado a un presupuesto económico sin tener un puto euro seguro. Y con promesas, van tirando como pueden. Muchas veces poniendo la cara, el apellido, gran parte de su tiempo "libre", y en muchos casos, parte de su dinero. Ese es el rugby real gipuzkoano, y ese el Agora de consulta. No es la primera vez que lo decimos. Nos agradaría que fuese la última.

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