Publicidad en nuestro rugby

Casi todos los equipos de rugby suspiran tener una empresa o varias como clientes de publicidad. Pero la mayor parte no buscan “clientes”, sino amigos o familiares para captar alguna adhesión de publicidad. Para hablar con una empresa en plan de negocio mutuo, hay que expresarse con lenguaje empresarial. Primero, estar en disposición fiscal para emitir facturas (IVA …). Segundo, presentar un catálogo de posibilidades de divulgación de su producto, servicio, proyecto o campaña concreta. En ese catálogo tiene que darse la sensación de que se ha estudiado, tanto a la empresa, como a sus productos, La idoneidad del logo como imagen publicitaria de empresa, encajable con nuestros equipajes deportivos, ámbito de nuestras competiciones, participación de los medios de difusión en nuestra actividad social y deportiva, qué medios y con qué frecuencia, la simpatía y prestigio que nuestra entidad provoca en el entorno, el número de espectadores que acude habitualmente a los partidos, la divulgación que se hace de nuestro club en establecimientos y anuncios promocionados, y la conveniencia de encajar su publicidad en nuestro soporte dinámico (jugadores, técnicos y personal auxiliar, en camisetas, chandals, bolsas de material, etc., y ofreciendo la posibilidad de incluir el nombre a publicitar en la parte delantera o trasera, hombros, etc. de la camiseta, y laterales exteriores bajo de los pantalones de competición. Es importante evaluar que la posible sponsorización sea con el nombre a publicitar, antes o después del nombre del equipo en competición. Esto es muy importante, porque una sponsorización para todos los equipos del club en competición, no supone la exclusiva de publicidad del club. Hasta ahora nos hemos referido a la publicidad dinámica. Ahora pasamos a la de las instalaciones.
En la oferta a las empresas, además del valor de la imagen social del club, hay que aportar datos, no solo de afluencia de espectadores a las competiciones, sino el flujo humano, de vehículos, etc., que ven los reclamos publicitarios sin entrar en las mismas. A estos efectos, es interesante, partiendo del manido rectángulo habitual, presentar diseños atractivos con formas que familiaricen con la empresa, su logo en gran espacio vertical, anuncios giratorios con diferentes slogans o productos, que además de ser un soporte publicitario, resulten estéticamente atractivos y fáciles de mirar, Que se produzca lo que en publicidad se entiende como un mensaje subliminal. Las banderolas ligeras de ubicación móvil pueden acompañar a la firma que sponsoriza, u otras etc.etc.. Capítulo aparte para Marcador, Porterías y Banderines. Son los puntos que, en los partidos, más veces se miran. Valorarlos.
Estudiar el coste aproximado de los soportes que se ofrecen, incluso el montaje, y el mantenimiento según los casos. Esto se valora mucho, desde la óptica del presunto comprador, ó sea la empresa.
Llegamos a la hora de poner precios a todas y cada una de las posibilidades de contratación presentadas (con el máximo de representaciones gráficas y en color posibles), incluso con la inclusión del logo de la empresa visitada sobre una camiseta portada por un jugador “representativo” del club, para una mayor más rápida adaptación del cliente a la oferta que se le esta presentando. O sea, “quedaría así”. Esta página concreta, como es lógico, cambiaría en cada visita.
Y a la hora de valorar ofertas, medidas, sponsorización en nombre del club y vestuario deportivo, dependerá del prestigio de la institución deportiva, su historial, su dimensión social, la calidad y ubicación de sus instalaciones, la importancia cualitatativa y cuantitativa de sus equipos en competición, Escuela, etc,, las “tarifas” por temporada. Naturalmente, si el espacio de un módulo determinado, cuesta “X”, si contrata varios módulos parece lógico que se reduzca el precio/módulo, pero cuantos más clientes se contraten, más se reduce el riesgo comercial. Viene Fly Emirates y dice: Toda la publicidad posible que pueda “vender” el club, para mí. Así, de entrada, igual te da un telele, o te crees el rey del mambo, pero te pones a vivir en el filo de la navaja, a menos que te des cuenta que es una situación extraordinaria, y establezcas unos fondos en la contabilidad de inversión de futuro. Y dotarlos económicamente, claro. Esta posibilidad, sin anécdota, y a menor escala, puede producirse en una época de bonanza comercial, por lo que es conveniente atender en una escala conveniente el Fondo contable indicado.
Bendito problema, dirán algunos. Y yo lo suscribo, pero como ex comprador de publicidad, puedo y debo decir, que las empresas necesitan publicidad, y en tiempos delicados, todavía con más razón. Naturalmente, hay empresas que no pueden con la nómina, y no es el caso, pero hay muchas que piensan “tirar para adelante”, como buenos empresarios que están a las duras y a las maduras, y que demuestran que en los momentos malos se ven los valores. Por eso insisto en presentar un “catálogo-oferta” que abarque todas las posibilidades económicas. Desde el panel multireferencia, hasta la sponsorización general poniendo el nombre de la marca antes que la del equipo. Los empresarios han irrumpido con fuerza en el deporte, y el deporte se ha encogido ante la pujanza y organización de las empresas industriales o de servicios. Es hora de que el deporte visite el campo industrial vendiendo lo que TODAS las empresas necesitan. Publicidad. Mejora de Imagen, porque saben que ese intangible es esencial para su desarrollo.
Los equipos de rugby en general, hablando de España, no han desarrollado esta posibilidad de financiación, que no descarta ninguna otra fuente de recursos, pues lo único que te van a exigir las empresas, es que no pongas a la competencia al lado y con un espacio mayor. Pero aquí y ahora, con toda la crisis que se quiera, el rugby tiene que buscar (y encontrar) en los Proyectos de Infraestructuras Alta Velocidad, Aeropuertos, Líneas Aéreas, Banca, Gran Consumo, Grandes Superficies, Franquicias, Eventos (Ruta de la Plata …) Campañas de lanzamiento de un proyecto (Zero, Cerveza Sin …), Empresas de Logística (una de tres letras perfecta para publicitar rugby), Instituciones Públicas, Empresas de Producción, y Distribución de Energía, y en general, toda actividad que no sea un monopolio.
Y el supermercado del pueblo. La carpintería, el “pub”, el restaurante donde comen casi siempre los equipos visitantes, el hotel donde habitualmente se alojan (labor de la ACR), etc.etc.et6c., como pequeños consumidores de espacios publicitarios.
Algunos equipos pueden tener la idea de “ceder” la parcela publicitaria del club a una agencia especializada. Bueno. Es una posibilidad. Menos es nada. Pero los ingresos por publicidad deben estar basados en la fidelización de nuestra clientela, y para conseguir esto, tenemos necesidad de estar en contacto directo con las empresas, para enviarles unas entraditas de vez en cuando, incluirles en el periódico – revista mensual agradeciendo su apoyo y recomendando sus productos o servicios, si la situación y algún patrocinio puntual hostelero lo permite, invitarles a una cena, etc. Pero ese calor del contacto directo. Lo otro es muy fácil, pero frío y de incertidumbre. Aparte del lógico coste, es la intermediación.
Para finalizar, si alguien consigue ingresos extraordinarios por esta u otra vía, que invierta en alguna pequeña instalación dentro del campo, desde donde se vea la mayor parte de la publicidad instalada, con posibilidad técnica y de cierta confortabilidad de conectar fácilmente el equipo de una transmisión oral TV-Radio que revaloriza la imagen publicitaria y con ello su tarifa.
Se puede hablar mucho de la publicidad en el rugby, pero es mas importante actuar, eso sí, con un lenguaje y unas formas empresariales. Aunque a medio plazo, y con resultados conseguidos, haya que semi-profesionalizar el puesto en la dirección o directiva del club. Son los tiempos. Un cordial saludo. Luis Mari.

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