Cualquiera que haya leído dos o tres veces en este blog, habrá observado que somos bastante críticos con el subdesarrollo y gestión del rugby gipuzkoano, y que a continuación hemos apuntado otras alternativas a las críticas. Como es normal, en la mayor parte de las iniciativas y cambios expuestos, pero esta temporada 11-l2 hemos apreciado una serie de mejoras en la gestión de nuestro rugby (Gipuzkoa), a las que nos apuntamos .
La primera es la creación de la Liga Infantil, que facilita la integración de los chavales y chavalas de la Escuela, en la categoría de Cadetes. Ahora hace falta otra categoría o cambio de edad para la categoría Juvenil, con el propósito de evitar la sangría que supone el abandono del rugby por los estudios. Pero esto merece un trabajo aparte, pues posiblemente sea el mayor problema que tiene el rugby, y hay que echarle audacia e imaginación.
Volvemos a los infantiles. Una recomendación: vayan a ver estos partidos. Chavales bien preparados física y técnicamente, en general, jugando con ilusión y con ritmo. Al menos los partidos que hemos visto nosotros. En Infantiles y Cadetes hay tres o cuatro entrenadores/educadores veteranos que son de lo mejorcito que podemos encontrar en nuestro rugby, y otros seis o siete exjugadores que se han incorporado a sus clubs de entrenadores, y que han dado un cambiazo a nuestro lánguido rugby de los últimos veinte años. Tienen carencias, pero también un intelecto desarrollado que les va a permitir aprender de sus errores ,y de los aciertos de los demás. La práctica continuada de su cometido educativo les permitirá llegar hasta donde ellos dec idan, y el rugby gipuzkoano se lo agradecerá. Con estos personajes estamos disfrutando del juego de nuestros jóvenes. Es una de las cosas que estábamos reclamando. Pero siempre hay un pero, y es que somos insaciables. El arbitraje. Ibamos a decir “de horror”, pero vamos a decir, de pena. Parece mentira que los árbitros no se den cuenta que ellos más que nadie, deben ser educadores, y que la Pedagogía tiene que estar más presente que nunca, cuando apliquen el reglamento, que, no lo olviden, tiene más importancia en el espíritu que en la letra. Pues eso, a ver si están a la altura de los entrenadores/educadores.
Las líneas precedentes no desmerecen el trabajo de otros entrenadores que lo han hecho bien y han conseguido resultados con las personas (jugadores), aunque las circunstancias no les hayan permitido conseguirlo con las competiciones, ya que muchos trabajan en inferioridad con respecto a otros colegas (infraestructuras y estructuras), y eso se acusa en las competiciones. Pero el que entiende un poco de esto, ya sabe distinguir. Y si se consigue formar amigos a través del rugby, que son como en la antígua “mili”, para toda la vida, ha contribuido a la mejora de nuestra sociedad, que no es poco. No te digo nada si encima se juega bien.
Y gracias a ellos salen jugadores como Edu Martin Goenaga, Lasa, Armental, Goia, Idiakez, Iruarriz y Arruabarrena, que nos hace pensar en un rugby gipuzkoano auténtico, sin caer en el pecado capital de gastar, y digo gastar, el primero dinero que se consigue, la mayor parte de las veces de fondos públicos, para contratar presuntas figuras rebotadas muchas veces de sus lugares de origen por sus comportamientos censurables.
No somos contrarios a la contratación de jugadores extranjeros, pero entre un buen jugador y un buen entrenador, contrataríamos al entrenador. Su trabajo se queda en casa y los resultados los recogerá el club durante años( Jim Dixon), en tanto que en la mayoría de los jugadores, se lo lleva puesto cuando termina su contrato. Hay excepciones como la cuadrilla de extranjeros que han llegado a Ordizia últimamente, pero si nos fijamos en Donostia, con la excepción de Larretxea y Marshall, del resto mejor olvidarnos.
Y ya que hemos mencionado a estos jugadores, como podíamos citar a casi todo el equipo del Hernani, vamos a analizar y opinar sobre su situación actual como jugadores.
Lasa: Se encuentra, como su equipo, buscando su identidad, cumpliendo perfectamente como talonador, pero probando de flanker, por lo que a él y a su club pudiese interesar en un futuro.
Izko Armental La progresión de este jugador ha sido constante desde la Escuela de Rugby del Bera Bera. Y es difícil no acomodarse y/o coger vicios de juego, individualismos perniciosos, etc.. Y más en la convulsa vida de su club los últimos años.
Curiosamente, tiene una cosa positiva (para nosotros), que no tiene mucho juego de pié, y eso lo agradecen sus compañeros. Algún lector se sorprenderá porque Rugby Times apoye una carencia técnica como la falta de juego de pié, y aclaramos. Punto uno: Estamos hasta las mismísimas de medios de melée pateadores. Vuelven locos a sus compañeros que se encuentran bien situados para participar en el juego a quince, y el susodicho se empeña a jugar a ocho, agotando a sus delanteros y aburriendo a seis jugadores. Además, salvo emergencias, el Apertura tiene mejor campo de visión, y teóricamente mejor técnica y más fácil comunicación para jugar al pié. De todas formas, Izko maneja bien el balón con los pies, pero maneja mejor su cabeza. Es eléctrico en sus movimientos, tiene una técnica individual de lo mejorcito que anda por aquí, y dispone de recursos defensivos aceptables. Ha merecido la pena enseñarle y meterle el rugby “en vena”. El resto lo ha puesto él.
Edu Martín Goenaga: Para empezar, decir que está estudiando en Iruña, y viene habitualmente los fines de semana, con lo que puede entrenarse con sus compañeros, el viernes por la tarde. Normalmente, un entrenador cuenta con los que conoce a través de los entrenamientos, y un puesto como el de Apertura necesita integrarse en el equipo, sobre todo, tácticamente. Pero en su equipo, el Bera Bera, no están para muchas rigideces, y nosotros pensamos, que a un jugador excepcional, tratamiento excepcional. Proponemos “reservarle” el puesto de Apertura, por lo siguiente: Porque ya es hora de que a Gorka le dejen ver un partido tranquilo desde la banda, y Mittoux tiene de apertura lo que yo tengo de franciscano. Podría jugar al fútbol, porque tiene ese golpeo de balón. Y también podría pedirle a Dani Larretxea que le dé un cursillo este verano. Y de paso llevar un par de jugadores de aquí. Porque Edu domina como nadie el puesto de Apertura. Sí, también podría ser un gran Back, pero yo no le colocaría ahí. Desafío a cualquiera a que me diga dónde hay en un equipo gipuzkoano, con la excepción del australiano del Ordizia, Kroll, mejor que Edu Martín.
Estoy convencido que su entrenador le habrá dado un trabajo de entrenamiento compatible con su horario lectivo, y que además lo habrá acompañado de un balón para practicar, porque técnicamente Edu es un portento. Y finalmenmte le reservaría el puesto de apertura (si él acepta), porque forma parte de la saga Martín Goenaga, y es más fácil que cualquiera de sus hermanos vuelva al Bera Bera si Edu forma parte del equipo, aunque esto último no deberíamos decirlo, pues comprendemos que es una golpe bajo emocional, pero como se suele decir, todo por el rugby.
Hemos tomado como referencia los “cuatro magníficos” que subieron juntos al primer equipo de Ordizia. Alar Arruabarrena, Aitzol Idiakez, Imanol Iruarriz y Julen Goia.
Alar parece que tiene incompatibilidades para entrenar y jugar, y hay que entender que el trabajo, la familia y los estudios, tienen prioridad. Pero las situaciones muchas veces se superan, y Alar tiene muchos años por delante para demostrarnos a los que creemos en él, que sería un “6” impresionante, puesto que, no lo olvidemos, es de lo más difícil de conseguir. El primero que lo agradece es el “uno”, que juega con un hombro en el exterior, y necesita un tercera que empuje de verdad, que hay algunos que van a la melée a descansar. Y la defensa de la salida de balón contraria. Vamos, que es de los jugadores que igual no llega al público, pero cuando no está, el equipo lo nota. Pues para nosotros, esas son las características de Alar.
Aitzol: Lesionado hace algún tiempo, y aburrido por el tratamiento administrativo (¡tiene cojones!) de la gestión. Aparte de sus características personales como defensor de raza, indispensable para empezar a hablar de un tres/cuartos centro, ha tenido la inmensa suerte de jugar al lado de Cameron Gray y Tom Dillon, y eso es como hacer un Master en Massachuset. En estos momentos Aitzol tiene que saber “la tira” de rugby, y con ganas de demostrarlo.
Imanol: Tiene el mérito de estar metido en “la leonera”, donde no sabes las que das, pero sí las que recibes, pero es la única forma de coger oficio. Y aguantando todos los partidos desde el comienzo, que es cuando los contrarios están más fuertes, cogiendo sus touches, y algunas del contrario. Y defendiendo bien en los “paquetes”.
Pero nosotros hemos visto jugar a Imanol en los grandes espacios, y sabe moverse muy bien. Creemos que Axio debía dejarle “libre” a partir del tercero o cuarto (dependiendo de la proximidad de sus compañeros) en los “rucks”, por ejemplo, para que toque más balón, que más de uno se puede llevar una sorpresa agradable sobre el juego abierto que tiene Imanol. Además, es un descanso psicológico que, ojito, tarde o temprano se necesita. Lástima que cuando se detecta, muchas veces la situación es dificilmente reversible, y bajan rendimientos, o se producen abandonos, primero en los entrenamientos, y a continuación, de la práctica. Animo Imanol, que todavía tienes mucho que demostrar, si te dejan.
Julen:Es un jugador de los que, en Gipuzkoa, salen cada quince o veinte años (hasta la fecha). Lo tiene todo para ser unj gran jugador de rugby. No es la primera vez que hemos escrito de Julen en R.T., y siempre hemos pedido prudencia, paciencia, hyumildad y realismo. Han pasado tres años exigentes con nota alta. Y jugando fuera de su habitat, los grandes espacios. Recluido en un extremo de la línea donde jugadores como Julen están infrautilizados. Si estuviese en el Top-l6 francés, sería titular. Ya es hora de darle los galones, o sea, su puesto y su responsabilidad. Ahora, si le ponemos a Julen de Back, ¿dónde colocamos a Huxford?. De segundo centro, ahora que Matías se al Seven. Es indispensable formar jugadores-clave en casa, y cuando los conseguimos, los devaluamos. De los tres claves en un equipo, medio de melée, apertura y back, ya tenemos uno de nivel en casa. La “Fábrica” de Ordizia tiene que encontrar los otros dos, a tres-cinco años vista. A partir de unas características de comportamiento físico/técnico y de otra serie de circunstancias familiares y sociales, ir colocándolo en los diferentes niveles del club, con la divisa paciencia/compromiso/exigencia. Vosotros ya nos entendéis.
Mercado Verano 2015/16
Hace 11 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario