Alea jacta est. Lo que nos dijeron sobre el césped del Pepe Rojo en la final de la Liga y no nos lo queríamos creer, se ha cumplido. Dos jugadores (no uno), se van al Biarritz Olympique (Sub 23). Julen Goia y Mikel Mungía. No es la primera, ni la segunda vez que el B.O. viene a “pescar” a Gipuzkoa. Por Donosti sabemos algo, y las experiencias no han sido favorables, ni para los jugadores, ni mucho menos para los clubs.
Se está censurando la actitud de la directiva de Ordizia, R.E., y desde Rugby Times defendemos su posición en este, como hasta la fecha lo hemos hecho en todo, durante bastantes años. Y decimos nuevamente que esta “operación” es un error. Pero no creemos que la culpa sea de la Directiva. Si los jugadores no quieren irse, no van. Pero, ¿porqué se han ido?. Teniendo en cuenta las últimas experiencias de gente de Donosti al Sub 23, porque no saben dónde van. Los que les han aconsejado, no conocen “el percal”. Por supuesto que al principio los dos chavales se van a impresionar de la diferencia en cuanto a medios, sistemas y trato humano (de momento), y van a sentirse muy importantes y pensar que han crecido en su ¿carrera? como rugbylaris. Eso lo saben hacer muy bien los clubs franceses. Pero el globo se desinfla rápido. Dejando a un lado los dos o tres que hablen euskera, el resto del vestuario va exclusivamente a su bola, por decirlo de una forma suave. La condición técnica de los dos jugadores (Mikel lo tiene más jodido), va a mejorar rápidamente. Eso no me cabe la menor duda. Primero, porque tienen buenos entrenadores, pero sobre todo, porque tanto uno como otro, teniendo en cuenta los puestos de juego habituales de cada uno, van casi desprovistos de técnica de juego, de manejo, de posición, de conceptos y de ocupación de espacios, entre otros. Y aquí destacan. Porque el nivel es muy bajo. Y por eso creen que van al B.O. “a crecer”. Un error. En Ordizia tenían margen de crecimiento con el planteamiento que desde estas líneas hemos argumentado. Protagonismo y Responsabilidad. Sobre todo en el caso de Julen, que es el que más hemos seguido desde Cadete. A los entrenadores del B.O. les han hecho el trabajo más difícil, los educadores y técnicos de Ordizia. Ahora tocaba recoger los resultados del trabajo realizado. Por cierto, ¿qué tipo de compensación tiene ORE por esta operación? Porque normalmente suelen cambiar espejitos por oro, como los españoles con los indios. Y es que rugbísticamente nos tratan como a una colonia. Te mandan un entrenador a dar una charla, a dirigir un entrenamiento, a jugar una pachanga con los retirados que tienen y dos o tres chavales para despistar, y ¡hala¡, todos contentos.
Pues no. Julen podía y debería haber sido el inicio de una política que ORE y su afición se merecen, para que la juventud que entrena y se cuida, estudia y se prepara, puede ser admirada por los aficionados y los no aficionados de Goiherri y del resto de Gipuzkoa. No sé el tiempo que van a seguir jugando Joanes, Xabi y cía., pero si aguantan un par de años junto a Del Río, Axier, Xapo o Kubano, detrás viene gente buena empezando por Imanol, Aitzol, recuperar si se puede a Alar, Nabarro, etc., y ese sí será el orgullo de Ordizia, con la indispensable presencia como Entrenador, de Axio, que más que técnico, es un ideólogo humanista director de grupos humanos, que es lo que tiene valor en la sociedad actual, y concretamente en el deporte, sea profesional, o aficionado. Estoy de acuerdo con que vengan extranjeros, pero que aporten. Si no hay dinero más que para dos buenos, mejor que para cuatro mediocres y de malas costumbres, que de eso también sabemos algo por Donosti. Así nos ha ido.
Y aquí entramos en el grupo de los que piensan que hay que tratar a los de casa con un programa especial en el que se incluyan facilidades para estudios, trabajo y asignación económica para desplazamientos y otros gastos soportados por los jugadores y técnicos (no nos olvidamos de los directivos), y si los medios lo permiten, alguna asignación directa para casos concretos. La situación socioeconómica actual no es ni de lejos la de hace cuatro o cinco años, y los que vienen son duros. Si antes lo de menos era “la pasta”, ahora no le hace ascos nadie. En casa podías pedir, que con eso de que llevabas “una vida sana”, las familias encantadas, pagaban botas, ropa de entrenamiento y lo que hiciese falta. Pero ahora casi todo el mundo anda justo de “tela”, y el que no anda justo, lo guarda en un calcetín, por si las moscas.
Por tanto, no proponemos que desde ya se repartan los cuatro euros entre la gente de casa, pero de la misma forma que la Comisión de Captación de Atípicos (Publicidad, etc.,), o como se llame, ha funcionado de maravilla, porque es importante para la vida del Club, se forme otra Comisión, o como se le quiera llamar, que se vaya introduciendo en la Cuenta de Gastos, y que contacte en la forma que consideren oportuna con las empresas, instituciones, etc., para ayudar a la inserción laboral a los jugadores que terminan los estudios, y a los mayores que lo necesiten. En estos momentos la institución tiene un prestigio social que puede repercutir en aspectos materiales en las materias explicadas. Pero todo con serenidad y con plena confianza para la Directiva de ORE. Claro que se equivocaran. Pero deciden. Y aciertan casi siempre. Hay que adaptarse a los tiempos y capear el temporal. El trabajo de los últimos años permite mantenerse. Nuestro total apoyo a toda la familia ORE, teniendo muy en cuenta a los socios y aficionados espectadores. Hay que superar este bache emocional.
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