Y corriendo, percutiendo, placando, empujando, etc, pero sobre todo, jugando con el intelecto aplicado a la continuidad y dinamismo en el juego. Nadie hace adelantado voluntariamente para hacer una melée, aunque tenga superioridad en la misma.
No entendemos por mucho que nos hemos esforzado, que a treinta o cuarenta metros de la línea de ensayo contraria, el equipo que dispone del balón –y no digo atacante, que es otra cosa- se pega diez o doce fases de “ruck” y “pick and go” de veinte centímetros de progresión del balón, cuando no van para atrás. Eso sí, de diez golpes de castigo que se pitan, por infracciones en esa jugada, siete son a favor del equipo atacante, lo que equivale a jugar “a personales y tiros libres”, como en otro deporte que no se parece ni por el forro al rugby.
Así tenemos al B.O. puntuando (gane o pierda), durante las últimas temporadas, con múltiplos de tres, por tiros a palos. ¿No es una miseria de juego? Ahí tenemos al B.O. el último del Top 14 francés. ¿Otro ejemplo ilustre? El Munster, sacando pecho las últimas temporadas con series de veinte-veintitrés posesiones en el “ruck”. Vamos, unos aburrevacas, con el segunda línea y capitán proponiendo ese juego. Pues bien, los últimos años fuera de Europa, cuando siempre había sido un “outsider” a la Heineken. Ya lo dijimos aquí hace un par de años. ¿Para qué han fichado a Howlett? Uno de los jugadores con más clase que ha “exportado” Nueva Zelanda, muerto de aburrimiento, de Back o de Wing.
Me imagino lo que pensaría del rugby europeo, y de lo que sería éste, sin los del Hemisferio Sur, jugando en Francia e Inglaterra principalmente. Pues igual se reencontrarían con sus raíces y llenarían otra vez los estadios y equilibrarían las tesorerías sin fichajes exóticos. Pero lo abracadabrante es que, aquí, con un rugby de la Srta Pepys, donde no hay peso ni altura que empuje, corra y suba, plaque, ocupe espacios, sin apenas cambios de ritmo, con una ignorancia casi absoluta del juego de pié en carrera y táctico, vamos y copiamos lo más zafio del rugby. Tirarse al suelo sin que te plaquen y ocultar el balón cada dos por tres, en un claro fraude a los pocos espectadores. ¿¡Pero qué entrenadores tenemos!? Aparte de la “clase titulítica” propuesta e impuesta por la burocracia, ¿no hay más entrenadores de vocación y con más conocimientos que los que tenemos?.
Claro que hay. Los vemos en algunos equipos de lo que injustamente se denomina como “categorías inferiores”. Sin ir más lejos, el pasado sábado día 21 (Santo Tomás), en Landare. Sub 18 Hernani –ATSS. Los chavales de Hernani tenían menos “planta” que sus contrarios, pero bastante más casta que los blanditos de la capital. Y técnica de transmisión del balón, y juego táctico con el pié, y un carácter en el ataque a los espacios, y un ritmo de juego que debería ser el de todos los equipos Sub 21 y Sub 18. Que disfruten a esas edades, que luego ya vendrán los gárrulos mentales a enseñarles “cómo se juega” y provocar su abandono del rugby. ¿O no es lo que está ocurriendo? Pero todos los entrenadores de esas categorías no son como los de Hernani. Los que tenían enfrente veían cómo su apertura, en los balones de melée que introducía el contrario, se retrasaba más de veinte metros con toda su línea, cuando podía estar a cinco metros y defender con las posibilidades que le da el reglamento. Pues en ningún momento le hizo ninguna indicación su entrenador. El Apertura del Hernani, de ilustre apellido, le “hacía la picha un lío” a su par contrario y metió no menos de media docena de ensayos, más los que asistió. Pues no dedicó al tercera Openside para ayudar en el crochet o contrapié interior en la defensa. En el calentamiento observé cuatro aperturas (sin contrario), y las cuatro se cayeron al primer centro. (ningún consejo ni recomendación), la línea no tenía profundidad, y los centros y alas tenían que saltar para coger el balón, o al suelo o a las nubes las distancias, anárquicas, el ángulo era una línea quebrada, y al final justificas porqué los delanteros no juegan para la tres cuartos. Esto en el ATSS. (¡mi club!).
Y con este panorama, ¿a dónde vamos?. Pues Hernani, Ordizia y un par de ellos más siendo generosos, y después El Diluvio. No se justifica el trabajo de los directivos para sacar adelante equipos que no saben pasar el balón , que es el palito de la A del abecé del rugby.¿Solución? Esto es un Foro de Opinión abierto, y la solución debe venir de un debate, consenso, grupo de estudio, foro de rugby liderado por las federaciones, o las acciones que se consideren oportunas, pero precedidas de un diagnóstico basado en el pasado, en el presente, en la evolución de la sociedad, y en el futuro (1-10 años).
Pero admitiendo cada uno las críticas, no las responsabilidades, porque no se trata de exigir, sino de mejorar criterios realistas, aplicables ante una realidad económica que debemos cambiar entre todos en proyectos unidos , ya que si pensamos en rugby, el problema de uno es el problema de todos. Como en el juego, en el campo y muchas veces en la calle. Si estamos unidos seremos algo, el rugby tiene mucho que ofrecer a la sociedad, pero hasta ahora no hemos sabido vender el producto. Pero quejarse no sirve de nada.
Desde aquí hacemos un nuevo llamamiento a la unidad del rugby gipuzkoano, liderado por las federaciones Gipuzkoana y de Euskadi, concretamente por “Txuri” e Iñaki. A ver si esta vez va en serio. Hala bedi.
Mercado Verano 2015/16
Hace 11 años
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