E.E.E.

Suena a onomatopeya inquisitiva, pero es la abreviatura de "Elgarrekin Euskal Errugbia", un programa para el desarrollo en todos sus aspectos del rugby desde Iparralde hacia Hegoalde, en colaboración y desarrollo para la mejora de la técnica y organización de nuestro rugby, y desde Hegoalde hacia Iparralde, proyectando nuestro desarrollo económico-social  y contribuyendo a desplazar progresivamente espectadores y compradores estimulados por el complemento de eventos  culturales, etc.los días de partido de rugby en el Jean Dauger (antíguo St. Leon), de Baiona. 

Porque hay que decir, ya, que el acuerdo se realiza entre el Aviron Bayonnaise, y la Federación Vasca de Rugby, representados respectivamente por Manu Mérin, Presidente de A.B., y por la federación, su Presidente, Iñaki Laskuráin, acompañados por Jean Michell González, como máximo responsable técnico de A.B., y Joshemi Galdós, de la F.V., curiosamente, los dos grandes talonadores en las respectivas selecciones de Francia y España. Estuvo presente Alfonso Feijóo, presidente de la Federación Española de Rugby, y con una presencia invisible, el Comité Côte Basque, figura casi indispensable para el desarrollo del rugby senior dentro de este programa.

Sin entrar en detalles de la reunión, plagada de buenas intenciones como siempre en estos actos, decir por nuestra parte que no empiezan de cero, ya que en los años sesenta-ochenta "del siglo pasado", ya existían excelentes relaciones entre la Federación Gipuzkoana de Rugby y el Comité  Còte Basque por mediación de Gerard Murillo y más tarde también con Mitchell Celaya (ex-internacional y ex-capitan de la selección francesa respectivamente.)  Y nos hemos referido al rugby senior, porque de cadetes para abajo estamos seguros que el Plan va a funcionar con la coordinación de Jean Mitchell y Joshemi, pero la gran necesidad está en las enormes carencias técnicas de nuestros equipos senior, entrenadores incluidos.

Hemos insistido repetidamente en la conveniencia de jugar competiciones controladas desde Euskal Herría, con la excepción de las competiciones organizadas por la F.E.R, , divisiones Honor "A" y "B". Esta propuesta no busca separar, sino compartimentar los problemas del rugby, y vamos a decirlo así, español. No tiene el mismo problema Puerto de Santa María, que ha tenido que renunciar a sus derechos deportivos porque no puede con los problemas de desplazamiento (entre otros), que el de el Eibar, por poner otro ejemplo, que tiene menos de treinta mil habitantes, y tiene un equipo de fútbol en primera división. En este caso, el problema es de captación de doscientas-trescientas personas para el rugby, entre Eskola, infantiles, cadetes y senior (masculino y femenino). No es lo mismo jugar en Madrid, que tiene un carro de equipos de muy buen nivel, y cercano Valladolid, que pueden ir casi casi en Metro a jugar y entrenar, que la Santboiana (ha renunciado a jugar la Copa), que tiene cuatro viajes a Euskadi, otro a Cantabria y otro a Vigo, y sólo uno en Catalunya. y el resto a Madrid y a Valladolid. Si juegas a doscientos-trescientos kilómetros, puedes hacer el viaje en el día, pero de ahí para arriba, hay que pernoctar, con lo que ello supone económicamente, o quemar jugadores .

Pero siendo esto importante, y volvemos a casa, deberíamos disponer de fechas consensuadas y coordinadas entre los clubs de Hegoalde, la Federación Vasca y el Comité de Iparralde. En partidos ida y vuelta con equipos propuestos y fechas permitidas oficialmente, para jugar, disfrutar y aprender rugby. Como ya se ha hecho aquí jugando contra Hendaia, Donibane Lohitzun, Donibane Garazi, Mauleon, Kambo, Hasparne, Tarbes, Dax, St. Médard and Jalles, Mont de Marsan, St. Vincent Tyrosse, Pau, Agen, Biarritz, Baiona, y muchos otros. ¿Cómo se hizo el gran Atlético San Sebastián? ¿Cómo ganó la S.D. Anoeta la Copa FER? ¿Cómo se hizo el gran Hernani dos veces subcampeón de España (que yo recuerde)? O el actual Ordizia, que durante un tiempo fué el equipo que mejor practicaba el rugby en Gipuzkoa.

Hemos abandonado los principios y nos hemos abandonado a la estadística. Hay que ganar como sea y donde sea, no importa contra quienes jugamos ni las ventajas que tenemos sobre ellos, lo que importa es ganar. ¿Ganar? ¿Que se considera ganar? Yo, en diociocho años de práctica seria del rugby, recuerdo como el mejor partido un 0-11 en Anoeta (el estadio antíguo o campo nº 1, como se le llamaba), contra el Spartak de Praga, que era la selección de Checoeslovaquia, y perdí cerca de cuatro kilos en ese partido. He jugado otros mil, pero sólo me acuerdo de una docena, y es que mi cerebro funciona bastante bien, y selecciona lo que merece la pena. Y también recuerda los extraordinarios terceros tiempos en esos desplazamientos para jugar entre amigos. Y cuando tengo los biorritmos bajos recuerdo la cantidad de amigos que el rugby me ha dado la oportunidad de conocer y disfrutar. Y mis amigos que practicaban otros deportes, me consideraban un privilegiado por ser jugador de rugby. En el historial o curriculum que las empresas solicitaban para contratar a partir de cierto nivel, preguntaban qué deportes practicabas, y el rugby éra de lo más prestigiado (lo sé porque yo también he seleccionado), y su práctica siemptre me ha costado dinero, pero después del invertido en mi familia, es la mejor inversión.Y jugábamos técnicamente mucho mejor que ahora. Y de físico, no menos que ahora, por no decir otra cosa. Pero nosotros hemos mamado el rugby en Iparralde o en Francia. A base de palmar en el campo (el tercer tiempo siempre era nuestro), pero cada partido era un curso acelerado sobre lo que no teníamos que hacer y lo que debíamos hacer. Para eso está el intelecto.

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