Ho, la la!

Como está el patio "en la vecindad". Ayer volvieron a hacer el ridículo en Paris, en su St. Dennis, por cierto, uno de los campos más incómodos y peor construidos de los que conocemos. Y lo peor no es que el resultado finalizase a favor de Gales, sino que perdieron contra sí mismos, que es mucho más preocupante. No queremos cargar la responsabilidad únicamente en PSA, aunque aparezca como responsable de la selección francesa, porque a su lado estaba el cada vez menos "gran" Serge Blanco, a quien Paris le va como a un tonto una tiza, Vicepresidente de la FFR y máximo responsable deportivo de la Federación, que parece que estaba de campo y playa. Y Philippe Saint André, con pose de Napoleón cuando le enfocan las cámaras mirando a ninguna parte, cuando su equipo iba de mal en peor, aunque vete a saber si todavía no aparece la Ley de Murphy. Y para rematar el cuadro, el empequeñecido ¡qué pena!, Patrick Lagisquet, entrenador "del 10 al 15", contemplando con impotencia cómo su buen trabajo se iba por la alcantarilla. López es un jugador sin carisma, sin personalidad, sin estabilidad ni visión para jugar con el 10 de Francia. Mentalmente no está para liderar nada. No diseña, sólo apoyó a la línea en una ocasión en todo el partido, tácticamente fué un lastre para su equipo que necesitaba el balón para levantar el partido, y el chaval, balón que le daban, balón que chutaba. Le daba igual la posición, el marcador o el tiempo de juego. El, a lo suyo. Patapum p'alante. Teniendo al lado a Fofana, un placer asiático jugar a su lado. Pues con el apertura que tiene se va a ir del Torneo en blanco, y no es chiste. ¿Y Bastareaud? El hombre está diciendo que no está en forma, y PSA jo ta ke. ¿Es que en el poderoso rugby francés no hay un segundo centro, Lamerat aparte?. Pues le vamos a dar una idea, y gratis. De nada. Colocar a Yoann Huget de segundo centro. Es el que más ganas de jugar tiene. Es rápido, hábil e imprevisible, pero no le llega un balón en condiciones, le reducen el espacio que le corresponde que son los diez a quince metros desde la línea de "touche", indispemsable para desbordar en carrera o con juego de pié, pero ayer, hasta en cuatro ocasiones que recordemos, recibió balón y raya, tuviendo que hacer "slalom" horizontal para buscar espacios de juego con posibilidad de crear peligro.

Pero en fin, ¡quienes somos nosotros que no sabemos lo que es el rugby profesional para discutir a los que viven económicamente de esto! Pues que tenemos el culo pelado, como decía el otro, de ver rugby  y de jugar con vosotros a un juego que llaman rugby.  ¡Qué pronto habeis olvidado el trabajo de la famosa Escuela de Baiona, precursora del "rugby champagne"! Me acuerdo de algunos como Labadie, Etxeto, Gerard Murillo, (este en la penúltima etapa), etc., que diseccionaron el movimiento de la transmisión-recepción del balón, desde las uñas de los dedos de los pies, hasta las yemas de los dedos de las manos, porque todos intervienen en un movimiento correcto. Y transmitís de puta pena, hay que levantar las manos (frenando la carrera) dejando la parte más vulnerable del cuerpo para que el placador lo tenga fácil. Y os habéis olvidado del "crochet" y del "coup de reins", que te deja clavado sin frenar la carrera, y uno de los que mejor lo hacía era Jean Dauger, un gentlemen con el que tuvimos el placer de compartir momentos de juego y escuchar sus consejos plenos de humanismo y deportividad. Y nosotros no éramos nada en el rugby, y él había sido capitán de Francia XIII, cuando los mejores jugaban en el rugby profesional. Daros un paseo retroactivo, a ver si aprendeis algo y de paso reconstruis vuestro maltrecho y desunido rugby. Y que conste, que los jugadores que integran la selección francesa individualmente son de lo mejor del mundo. Por eso es mayor el fracaso de sus dirigentes. Dentro del maremagnum en el que habeis convertido vuestro rugby, aparecen drogas, vértebras rotas, denuncias de de responsables médicos de la selección francesa , la vulgaridad en la que estais convirtiendo a vuestros jugadores, el abandono de la juventud y el desprecio por los educadores y entrenadores que los forman, etc.etc., dejadlo, porque todavía tiene arreglo. En Francia hay mucho y bueno en rugby, y a los que nos gusta este deporte, queremos aquella Francia rápida, estética fuerte y deslumbrante de hace veinte o treinta años, antes de que los pateadores decidiesen los partidos. De nada.

1 comentario:

  1. Enhorabuena por este blog. Hoy lo he descubierto. Nos hemos visto un par de veces. En San Sebastián y en Torrelavega. Un placer. Manuel Samperio

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